Cohete
Starship explota en pleno vuelo: "Nada sugiere retrasar el próximo lanzamiento más allá del mes que viene"
Un nuevo revés para SpaceX, que logra recuperar la fase Super Heavy con los brazos de Mechazilla, pero pierde su nave en pleno ascenso.
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SpaceX ha vuelto a protagonizar un episodio agridulce en la madrugada de este jueves. Su cohete Starship, considerado el más potente de la historia, despegó desde la base de Boca Chica, en Texas (Estados Unidos), pero minutos después la nave explotó en el cielo, Lo que dejó una impresionante estela luminosa.
Mientras tanto, el propulsor Super Heavy sí cumplió su objetivo inicial: regresar a la plataforma de lanzamiento y engancharse a los brazos mecánicos de Mechazilla. Sin embargo, el módulo superior, Starship, sufrió un fallo de telemetría y terminó desintegrándose antes de lograr la órbita.
La alegría de Mechazilla
Uno de los momentos clave se vivió cuando el gigantesco cohete regresó para acoplarse a Mechazilla. Por segunda vez, esta maniobra se completó con éxito: un logro que sitúa a SpaceX un paso más cerca de su objetivo de reutilizar el propulsor en futuras misiones tripuladas. Con ello, la compañía de Elon Musk pretende abaratar costes y preparar el terreno para misiones de mayor envergadura, como transportar humanos a la Luna e incluso a Marte.
La alegría por la recuperación de la primera fase contrastó con la pérdida de Starship. Pasados unos minutos del despegue, la telemetría dejó de enviar datos y SpaceX confirmó que "la nave espacial sufrió un desmontaje rápido e imprevisto durante el ascenso". Además, Elon Musk detalló en su cuenta de X que "hay indicios preliminares de una fuga" en uno de los tanques, lo que desencadenó la explosión. "Hasta ahora, nada sugiere retrasar el próximo lanzamiento más allá del mes que viene", enfatizó el magnate.
Algunos objetivos no cumplidos
La misión tenía el propósito de probar, por primera vez, el despliegue de diez réplicas de satélites Starlink y realizar distintos experimentos de reentrada. El resultado final, sin embargo, dejó este objetivo en el tintero. Aun así, expertos coinciden en que SpaceX logrará avances significativos gracias a los datos recabados en esta séptima prueba de Starship. Fiel a su filosofía de "fallar rápido, aprender rápido", la empresa suele analizar los errores y diseñar mejoras en un tiempo récord.
Musk ha manifestado su deseo de llevar a cabo al menos 25 vuelos de Starship a lo largo de 2025, frente a los cuatro realizados en 2024. Sin embargo, para ello necesita la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA), que mantiene un ojo en los posibles problemas medioambientales y en la normativa de seguridad. Con la inminente toma de posesión de la nueva administración Trump, no se descarta que SpaceX encuentre un camino más sencillo para sus lanzamientos.
La siguiente prueba se hará pronto
La explosión de Starship podría significar un contratiempo en la ambiciosa hoja de ruta de SpaceX, pero no un punto final. Musk ha dejado claro que la compañía seguirá adelante e incluso considera este percance como un aprendizaje. "Hemos logrado mucho sin ni siquiera estar en la Casa Blanca todavía", celebró refiriéndose al apoyo que espera recibir con el cambio de administración en EEUU. Para SpaceX, cada ensayo, aunque termine en bola de fuego, sirve como impulso para su visión de la exploración espacial y la conquista de otros mundos.
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