Rojo y amarillo. Son los colores que dividen en dos bloques a los tailandeses. Los 'camisas rojas' están formados principalmente por las clases más desfavorecidas, obreros y campesinos, procedentes del norte del país, la zona más agrícola de Tailandia. Un hábitat muy distinto al de sus adversarios.
"Los camisas amarillas son los vinculados a las élites de Bangkok, a lo que es Bangkok, al sur del país, vinculados a las élites políticas y económicas que gobiernan desde siempre Tailandia y también vinculadas a la monarquía” afirma Javier Gil-Pérez, profesor del Instituto Universitario Gutiérrez Mellado.
Este ciclo de tensión comienza en 2006, cuando el primer ministro y líder de los camisas rojas, el empresario Taksím Shinawatra, es derrocado por un golpe de estado. Taksím, condenado a dos años de cárcel por corrupción, huye al extranjero, mientras la violencia entre amarillos y rojos se salda con decenas de muertos.
Hay que esperar a 2011 para nuevas elecciones democráticas, comicios en los que vence la también roja Yingluck, hermana del prófugo Taksím. El anuncio en noviembre pasado de la primera ministra de una amnistía general encoleriza a los opositores, que temen el regreso de Taksím.
"¿Qué va a pasar? Pues que haya un nuevo golpe de estado. O que haya un golpe de estado judicial como el que hubo en 2008, o puede que la agitación política continúe, y que estalle un conflicto de baja intensidad entre los camisas rojas y amarillas" conjetura el profesor Gil-Pérez.
Por si fuera poco, Tailandia combate a un grupo islámico al sur de país, en un lucha que ya ha causado 5.000 muertos. Inestabilidad de distinto signo que está dañando al turismo una de las principales industrias de este gigante asiático.
