TALIBAN
Los talibanes obligan a las periodistas a cubrir su rostro en televisión: "Es como estar en una habitación aislada y oscura"
Los talibanes han pedido a las cadenas de televisión afganas que desde el 21 de mayo sus presentadoras se cubran el rostro en televisión.
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"Desde la toma de Kabul, las niñas no pueden ir a la escuela y las mujeres no pueden trabajar, el futuro para las mujeres en Afganistán es muy negro", nos cuenta Khadija Amin, periodista y presentadora afgana que tuvo que refugiarse en España cuando los talibanes tomaron el poder.
La vida de la presentadora afgana Khadija Amin cambió para siempre el pasado 14 de agosto. Desde el principal programa de noticias del país, narraba cada noche la actualidad a los afganos, hasta que los talibanes le prohibieron volver a su lugar de trabajo. Llegó a España el pasado agosto como refugiada y ha hablado con Antena 3 Noticias para contarnos los mensajes que le trasladan sus compañeras periodistas que siguen en Afganistán.
Desde el 21 de mayo, "los talibanes dicen que las mujeres periodistas no pueden trabajar sin mascarilla en la televisión, es una decisión muy mala porque es muy difícil para una mujer que presenta estar con mascarilla", nos cuenta Kadhija. Una nueva medida que se suma al anuncio de usar el burka de manera obligatoria en lugares públicos desde el 7 de mayo para todas las mujeres afganas.
P: Khadija, ¿qué te cuentan tus compañeras periodistas que continúan viviendo en Afganistán sobre esta nueva imposición de cubrirse el rostro cuando estén en el aire?
R: Todas teníamos nuestro trabajo, pero ahora los talibanes vienen y nos hacen ponernos burka. No es aceptable para nosotras, porque el burka no está recogido en el islam, es una presión más sobre las mujeres. Hablo con mujeres que me cuentan sus experiencias con el burka, me dicen que cuando llevan el burka puesto se sienten como en una habitación aislada y oscura sin puertas ni ventanas, que no pueden ver nada. Entonces, si ponerse el burka no está en el islam, no entiendo por qué los talibanes hacen cosas que no dice el islam. Ellos solo quieren salirse con la suya y poner presión sobre las mujeres.
P: Tú eras el rostro más conocido de la televisión afgana, pero tuviste que abandonarlo todo y huir como refugiada a España. ¿Cómo viviste la llegada de los talibanes a tu país?
R: Cuando llegaron los talibanes estaba en la redacción y mis compañeros me recomendaron que me fuera a casa. Durante aquellos días les dije que quería volver a la oficina para presentar las noticias de la tarde y me dijeron que no, que en ese momento no podía debido a la situación. Estuve esperando 3 días pensando que quizás los talibanes hubieran cambiado en estos 20 años y ya no trataban igual a las mujeres. Al cuarto día, les pedí de nuevo volver a la oficina, volver a presentar las noticias y continuar con mi trabajo y me dijeron que no, que debía estar en casa, pero fui a la oficina. Cuando llegué lo primero que me dijeron en la puerta es que no podía entrar. "¿Por qué? Yo trabajo aquí, tengo mi tarjeta, ¿mis compañeros tienen permitido entrar, pero yo no porque soy mujer?", les decía. Me dijeron que mi problema no era asunto suyo. Hablé con mi superior y me dijo que debía irme a casa, que a mis compañeras tampoco las habían dejado entrar. Después de esto vi que la situación había cambiado, que los talibanes seguían siendo los de siempre y que si continuaba en Afganistán sería muy difícil para mí. Y también que sería peligroso porque yo había sido entrevistada en medios internacionales quejándome sobre los talibanes, explicando que los talibanes no iban a dejar que las mujeres continuaran con sus trabajos. Sabían todo lo que yo había dicho y no me iban a creer si les decía que había cambiado mi opinión para que me dejaran seguir presentado las noticias, sabía que eso no iba a pasar. Después de esto decidí abandonar Afganistán.
P: Conseguiste llegar a España el 23 de agosto, pero tu familia y muchas de tus compañeras continúan en Afganistán.
R: Mi familia está en Afganistán, mi madre es profesora en un colegio allí y me cuenta que los talibanes le han dicho que cuando vaya al colegio siempre debe ir vestida de negro y ponerse la mascarilla para taparse la cara. Es muy difícil para ella y no podemos aceptarlo porque nosotras hemos vivido una vida totalmente distinta durante los últimos 20 años. Teníamos democracia, teníamos derechos para hacer lo que quisiésemos, pero ahora no, ellos solo ponen presión sobre las mujeres. Tengo amigas activistas que está en Afganistán y me dicen que el día a día desde que llegaros los talibanes es muy difícil para ellas.
P: ¿Cómo ves el futuro para las mujeres en Afganistán?
R: Ahora mismo la situación de las mujeres es muy mala, ellas están en una prisión, no tienen derechos. Hace unos días leí un reportaje sobre chicas que iban a la universidad, pero no se lo permitieron porque llevaban ropas con colores, pañuelos con algún color. Con esta presión quieren conseguir que las mujeres digan: no quiero ir a trabajar, prefiero quedarme en casa. Es muy duro para nosotras, todas estábamos esperando que llegase marzo porque en Afganistán las clases empiezan en marzo, pero desgraciadamente cuando marzo llegó y las chicas quisieron ir a la escuela, los talibanes les dijeron que no podían y que debían volver a casa y esperar.
Estoy todos los días en contacto con mujeres que continúan en Afganistán y me dicen que, si esto continúa así, el futuro para las mujeres allí es muy negro. Porque las niñas no pueden ir al colegio y las mujeres no pueden trabajar. No tienen ningún derecho, ni siquiera pueden vestirse como quieran ni hacer nada solas. Quiero decir que día tras días, ellos están tratando de eliminar a las mujeres y ya tenemos la experiencia de lo que hicieron hace 20 años.
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