Recta final en la tensa campaña electoral venezolana

A ritmo de salsa y merengue, así ha cerrado campaña el presidente de Venezuela en el este del país. Hugo Chávez se ha dado un baño de masas y hasta se ha subido al escenario en un intento de alejar toda duda sobre su estado de salud. 

Chávez ha amenazado con la vuelta de la burguesía si gana Henrique Capriles. Un salto atrás, ha dicho, de 30 años. Y se ha desmarcado de la muerte de tres líderes opositores asesinados un día antes, supuestamete por seguidores de su partido. "No es con la violencia que nos vamos a enfrentar, no. Es voto a voto, es con las ideas", ha insistido Chávez.

Pero el presidente no las tiene todas consigo. Según las últimas encuestas, Chávez sacaría a su contrincante entre 5 y 10 puntos. La incógnita es ese casi 20% de indecisos, que podrían dar al traste con la reelección del presidente.

En su cierre de campaña, el más multitudinario acto opositor que se recuerda, Henrique Capriles quiso ganárselos lanzándoles un mensaje: el rechazo a cualquier acto de revanchismo si llego al poder. "Aquí no hay espacio ni para la division, ni para la factura, ni para el rencor. La época del odio a partir de 7 de octubre queda enterrada en Venezuela". Una llamada a la reconciliación nacional tras los rumores de acciones violentas por parte de los dos bandos.