Las calles de Katmandú han amanecido llenas de personas que pasaron la noche al raso mientras se repetían las réplicas del terremoto de 7,8 grados que el pasado sábado sacudió el país dejando un balance de muertos de 2.357. El Gobierno nepalí ha llamado a la población a mantenerse alerta durante las próximas 48 horas ante la posibilidad de que los nuevos temblores terminen de derrumbar edificios afectados y en situación de fragilidad o se produzcan caídas de postes y muros.
De acuerdo con el último balance oficial facilitado por el Centro Nacional de Operación de Emergencia del país asiático, el número de muertos en Nepal se sitúa en los 2.357 y en 6.237 los heridos, la mayor parte de ellos en el valle central del país, donde se encuentra Katmandú. Miembros del Ejército indio ya están en las calles de la capital ayudando en las tareas de rescate y media docena de helicópteros de este país sobrevuelan la zona. Las autoridades trabajan en la recuperación de las comunicaciones y de la electricidad, que está cortada en buena parte del Valle de Katmandú, la zona más poblada del país.
"Intenté entrar en casa, pero llegó un temblor y lo movió todo, no puedo volver y estoy en la calle con mi hijo y mi marido", indicó Radha Ranabhat, una vecina de la zona de Dhapashi donde el terremoto hizo estragos. El director general de la Autoridad de la Electricidad de Nepal, Mukesh Kafle, ha indicado que el Gobierno trabaja en la movilización de generadores de electricidad en las torres de telefonía para recuperar la cobertura en el país, severamente dañada por el seísmo.
"No puedo volver y estoy en la calle con mi hijo y mi marido"
Nepal es un país donde gran parte de la población tiene generadores individuales por lo que las colas en las gasolineras eran kilométricas a con cientos de personas en busca de combustible. Todos los cuerpos de seguridad están movilizados y el Gobierno ha habilitado 15 campamentos en zonas abiertas de la capital para albergar a quienes han perdido su hogar o necesitan ayuda.
Además, las autoridades han enviado cuatro helicópteros a la zona de Gorha, al noroeste de Katmandú y donde se situó el epicentro del terremoto, así como otros lugares del valle para comprobar la gravedad de la situación. Desde las 6.11 GMT del sábado, cuando se produjo el movimiento tectónico de 7,8 grados, el país ha sufrido al menos 35 réplicas de entre 4 y 6,6 grados.
El terremoto de este sábado es el sismo de mayor intensidad en casi 80 años en el país y el peor que ha venido la región en una década, desde que en 2005 un movimiento telúrico causara una tragedia de grandes dimensiones en la Cachemira, con un balance de más de 84.000 muertos.