Las terribles imágenes que muestran el caos en el estadio de Indonesia donde han muerto 125 personas

El mes de octubre ha comenzado de la peor forma posible para Indonesia, habiendo vivido uno de los episodios más trágicos que se recuerdan en la historia de fútbol. La invasión del campo al final de un partido de fútbol ha dejado hasta 125 víctimas mortales, con al menos 17 niños entre los fallecidos. El suceso ha supuesto toda una conmoción a nivel mundial y ya se están investigando los hechos que han conducido a esta tragedia.

Parte de la afición del equipo local se lanzó al césped tras la derrota de su equipo para exigir explicaciones tras la derrota. La Policía trató de dispersarles con gases lacrimógenos, lo cual está totalmente prohibido por la FIFA y será un detalle a tener en cuenta en la investigación. Cuando la gente vio los métodos de las autoridades para disuadir la invasión de campo, el temor se apoderó de los presentes, que dieron lugar a una estampida.

Y, tras ello, llegó el terror. Miles y miles de personas trataron de huir ante el miedo a que sus vidas pudieran ponerse en peligro. El caos fue imparable y la estampida causó una auténtica desgracia. Al menos 125 personas han perdido la vida, entre las cuales había contabilizados 17 niños. El mundo todavía busca asumirlo, pero el drama es mayúsculo y aún se está con un ojo puesto en Indonesia para saber si hay nuevas víctimas mortales.

Un drama que recuerda al de Heysel en 1985

Esta tragedia recuerda a la que ocurrió en la final de la Champions League en 1985, celebrada en el estadio belga de Heysel. Una avalancha de aficionados radicales del Liverpool provocó un drama que se saldó con 39 muertos y más de 600 heridos. La mayoría de aficionados ultras del equipo inglés habían bebido y estaba lanzando todo tipo de objetos a la afición de la Juventus. El club inglés se llevó todo lo malo: sus aficionados más radicales mancharon su reputación, causaron una tragedia, perdieron la final y además, fueron sancionados con no competir en torneos europeos durante cinco años, aunque finalmente se terminó por rebajar a dos.

Aquel fatídico día ocurrió tan solo 18 días después de un drama similar en la Tercera División inglesa, con un incendio en las gradas del estadio que provocó al menos 56 víctimas mortales. La seguridad en los estadios fue incrementada de manera considerable tras estos dos trágicos sucesos, controlando mucho más eficientemente el límite de entradas y la calidad de los materiales con los cuales se ponían las barreras de seguridad, que han ido mejorando con el paso de los años.

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