Publicidad

INVESTIGAN SU TRAYECTORIA

El terrorista del tren de Francia dice ser un indigente que solo pretendía robar

Ha dicho a los agente que las armas que se le requisaron (un fusil kalashnikov con nueve cargadores llenos, una pistola automática y un cuchillo) se los encontró de forma fortuita en un parque cerca de una estación de Bruselas, donde subió al tren con la intención de "cometer un atraco para comer".

Los numerosos puntos desconocidos de la trayectoria reciente del atacante del tren entre Amsterdam y París y sus posibles complicidades centran la atención de los investigadores, ante los que Ayoub El Kahzzani se presenta como un marginal sin ánimo terrorista que sólo quería robar para comer.

El Kahzzani, que sigue siendo interrogado en la Subdirección Antiterrorista (Sdat) en las afueras de París, negó en sus primeras declaraciones ante la policía los viajes a Siria que se sospecha hizo en los dos últimos años y que le darían un perfil de yihadista, congruente con su ataque del viernes en el tren Thalys.

La abogada que lo asistió al ser arrestado en Arras (norte de Francia), Sophie David, indicó que El Kahzzani dijo que no había viajado a Turquía y todavía menos a Siria, "como han afirmado los servicios del antiterrorismo español".

La letrada precisó que reconoció haber estado en varios países europeos en los últimos seis meses, en concreto Francia (sin precisar dónde ni cuándo), Austria, Andorra, Bélgica y Alemania.

Los hombres que le redujeron desmienten su testimonio

De acuerdo con esa versión, durante su estancia en Bruselas -afirma que era un sin techo que dormía en los parques de la capital belga- le robaron sus papeles y el uso fraudulento de esos documentos explicaría que los servicios secretos tuvieran indicios de que en mayo había viajado a Turquía, primera etapa para muchos yihadistas internacionales para llegar a Siria.

El Kahzzani también ha pretendido convencer a los agentes de que las armas que se le requisaron (un fusil kalashnikov con nueve cargadores llenos, una pistola automática y un cuchillo) se los encontró de forma fortuita en un parque cerca de la estación bruselense de Midi, donde subió al tren con la intención de "cometer un atraco para comer".

A quienes no convencen esos argumentos es a los tres jóvenes estadounidenses (dos de ellos militares) que, junto a otros pasajeros, redujeron al atacante en el tren, como dejaron claro en una conferencia de prensa hoy en la embajada de Estados Unidos en París. Spencer Stone, el militar herido de arma blanca en la cabeza y en la mano por el presunto terrorista cuando ambos forcejeaban, explicó que él y su amigo Alek Skarlatos se abalanzaron sobre el atacante cuando lo vieron entrar en el vagón con un fusil en bandolera que se le encasquilló. "Tenía mucha munición, sus intenciones estaban claras", aseguró Skarlatos.

Si el arma no se hubiera atascado, "habría podido vaciar los nueve cargadores y probablemente no estaríamos aquí", insistió Skarlatos, quien añadió que no se necesita toda esa munición "para desvalijar un tren".

Publicidad