Las dificultades que tenía Theresa May para hablar en el Parlamento eran un reflejo de las que tiene dentro de su Gobierno. Los abucheos y risas obligaban a intervenir al portavoz de la cámara: "Quiero escucharlo todo sobre este importante asunto". Ese importante asunto es el 'brexit'.
Ha ocurrido en el día en que May ha recibido dos duros golpes: las dimisiones de dos reconocidos euroescépticos. La primera, la del ministro negociador con Bruselas: David Davis anunciaba su renuncia por no compartir la fórmula que su jefa quiere presentar. La segunda, la del hasta ahora ministro de Exteriores, el polémico Boris Johnson, que en su despedida aseguraba: "El sueño del 'brexit' se muere".
May propone a Bruselas un modelo aduanero más blando que los que ellos defendían, que evitaría controles y mantendría abierta la frontera con Irlanda. El cisma en el Gobierno británico llega en vísperas de las negociaciones. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, manifestaba las dificultades que se avecinan a menos de nueve meses para la salida oficial del Reino Unido: "Los políticos van y vienen... pero los problemas que crean, permanecen".
En el Parlamento británico, May ha mantenido que su propuesta para el 'brexit' sienta unas bases de negociación con Bruselas "responsables y creíbles". En su comparecencia en la Cámara de los Comunes, agradeció el "trabajo" de David Davis al frente del Ministerio del 'brexit' y la "pasión" de Boris Johnson en la cartera de Exteriores. May subrayó que la propuesta para una futura relación comercial con la Unión Europea (UE) que puso sobre la mesa el pasado viernes, con la que tanto Davis como Johnson han sido críticos, va en favor del "interés nacional" del Reino Unido.
La primera ministra pidió a Bruselas que se "intensifiquen" las negociaciones sobre el 'brexit' este verano y admitió que su propuesta, que todavía no ha sido enviada de forma oficial a la Unión Europea, requiere todavía que se acerquen las posiciones entre ambos lados del Canal de la Mancha. "Es necesario que (los 27 socios europeos restantes) reflexionen de nuevo y miren más allá de las posiciones que han tomado hasta ahora y que lleguemos a un acuerdo con un equilibrio justo entre derechos y obligaciones", afirmó.
