Crisis demográfica
La Tierra rebaja su nivel de alarma: la bomba demográfica podría no explotar
Un nuevo estudio revela que el crecimiento demográfico descenderá a partir de 2050, por lo que la 'bomba demográfica' podría no llegar a explotar.
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Una investigación comisionada por 'Club of Rome' afirma que la 'bomba demográfica' finalmente podría no estallar. Las alarmas saltaron hace un año cuando la ONU publicó un artículo en el que establecía un máximo sin precedentes en cuanto a habitantes en la Tierra. La preocupación nace de los recursos limitados con los que cuenta el planeta, cada vez más escasos.
El año pasado, la ONU estimaba que la población mundial llegaría casi a los 10 mil millones a mitad de siglo y que, después, seguiría creciendo. El estudio, de 2022, ponía el foco en que este crecimiento era, a la vez, una causa y un síntoma de un progreso demasiado lento en cuanto a la evolución social y económica en algunas zonas del mundo.
Limitar el crecimiento de la población
Earth4All, el grupo que ha llevado a cabo este estudio, se ha basado en una nueva metodología que incorpora factores sociales y económicos que tienen impacto directo en la tasa de natalidad, como el nivel educativo o el salario percibido.
Al contrario de lo que establecía el estudio de la ONU, si todo sigue igual, se prevé que las políticas que ya están en funcionamiento sean suficiente para limitar el crecimiento de la población a menos de 9 mil millones en 2046 para, posteriormente, descender hasta 7,3 mil millones en 2100.
Aunque los resultados del estudio son favorables, avisan de que "la probabilidad de colapsos sociales regionales aumenta a lo largo de las décadas hasta 2050 como resultado de las graves desigualdades sociales. El riesgo es más agudo entre los más vulnerables, con malos gobiernos y con economías ecológicamente vulnerables".
Este incremento en la población global, que lleva ocurriendo desde 1950, es el resultado de dos tendencias. Por un lado, el aumento en la longevidad debido a las mejoras y desarrollos en el campo de la medicina y la salud, y, por otro, los grandes niveles de fertilidad en algunos países.
La 'bomba demográfica'
El término 'bomba demográfica' nació en 1968 con el libro de Paul Ehrlich, entomólogo en la Universidad de Stanford. Esta novela vendió más de seis millones y creó una alarma en la sociedad.
Ehrlich afirmaba que la población moriría debido a una gran hambruna causada por la imposibilidad de alimentar a una población tan extensa. De hecho, ya en su portada se podía leer lo siguiente: "Mientras que estás leyendo esto, cuatro personas habrán muerto de hambre. Muchos de ellos, niños". Un alarmismo que, contra todos los pronósticos, parece llegar a su fin.
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