Todo un infierno: una picadura de garrapata casi le cuesta la vida

Un hombre, profesor y jefe de entomología de la Universidad Estatal de Kansas, Brian McCornack sufrió una reacción alérgica al ingerir un sandwich de barbacoa. Fue posteriormente cuando se dio cuenta de que lo que tenía era el síndrome de alfa-gal derivado de la picadura de una garrapata.

Ha ocurrido en Estados Unidos, en Manhattan. Lo que podría haber sido algo tan cotidiano como consumir un sandwich de barbacoa casi acaba en tragedia. Al parecer, Brian McCornack había pasado el día junto a sus compañeros de trabajo en la Feria de Hutchinson y después decidió detenerse a comer un sándwich de pollo y cerdo.

Sin embargo, al llegar a su domicilio empezó a desarrollar una urticaria por todo el cuerpo, acompañada de mareos, temblores y problemas respiratorios. De hecho, su hijo pensaba que estaba sufriendo una parada cardiorrespiratoria. Al trasladarse al hospital más cercano, los sanitarios le detectaron un shock anafiláctico, aunque desconocían la causa. Fue semanas después, cuando Brian McConarck asistió a una presentación del departamento sobre la transmisión de alfa-gal y se percató de que podría tratarse de un síndrome de alfa-gal. De hecho, su mujer apoyó su teoría.

Síndrome de alfa-gal

Este síndrome es una afección alérgica grave que puede desarrollarse tras la picadura de una garrapata. De hecho, los médicos señalan que podría llegar a ser potencialmente mortal. La causante sería la conocida como garrapata estrella solitaria. Al parecer, cuando pican, introducen una molécula de azúcar llamada alfa-gal. Esta molécula se encuentra habitualmente en animales, como vacas y ovejas, y cuando las garrapatas las pican se la llevan. Esto puede llegar a causar reacciones a otros alimentos que provienen de mamíferos, como los productos lácteos o las gelatinas, e incluso algunos productos farmacéuticos, que afectan a un pequeño porcentaje de personas.

Lo cierto es que no se conoce el número exacto de víctimas de este síndrome. Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reveló que se identificaron más de 110.000 casos sospechosos entre 2010 y 2022. De hecho, la mayoría de ellos se detectan en adultos, aunque podría desarrollarse en todos los grupos.

En el caso de McConarck, esta afección le ha forzado a tener que alejarse de la carne roja, la de cerdo o cordero, e incluso algunos pollos.

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