Transnistria
Transnistria en la diana de Putin
Transnistria es un territorio separatistas de Moldavia favorable a Rusia. Ahora la región vive momentos de inseguridad que le obligan a suspender el desfile del 9 de mayo por no poder garantizar la seguridad tras las explosiones.
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Transnistria es un enclave exsoviético, una región separatista de Moldavia de mayoría prorrusa. Ubicada en una estrecha franja a lo largo del río Dniéster y Ucrania, su independencia no ha sido reconocida por la ONU ni por Rusia.
Es un polvorín de la Guerra Fría. Durante 30 años se ha mantenido alejada de cualquier conflicto y ahora está en el punto de mira del Kremlin. Varias explosiones en un edificio del Ministerio del Interior, en una unidad militar cerca de Parcani, en las torres de radio y televisión en Grigoriopol y en el aeropuerto de la capital Tiraspol, han provocada una escalada bélica en Transnistria.
Este territorio rebelde tiene medio millón de habitantes, aunque se estima que solo viven allí 200.000 personas. El resto ha emigrado a Rusia y otros países de la zona. En la capital quedan algunos jóvenes, el resto de la región está despoblada, hay pocos hospitales y escuelas.
En Transnistria los medios de comunicación son afines al Kremlin, están sometidos a la propaganda rusa. La guerra en Ucrania es "una operación militar especial" , el objetivo de Rusia es desnazificar el país.
Transnistria tiene Gobierno, bandera, ejército y en su escudo aparecen la hoz y el martillo. Su moneda es el rublo transnistrio. Su pasado está unido al Imperio Soviético. Se declaró independiente en 1990 para evitar la unificación de Moldavia con Rumanía.
Dos años después cuando estalló la guerra contra Moldavia, con más de mil muertos en los cuatro meses que duró, Transnistria sobrevive como República independiente. Dos factores contribuyen, el económico y el militar de Rusia. El Kremlin tiene allí desplegados 500 soldados en puestos de control como pacificadores y otros 1.500 del Grupo Operativo de Tropas Rusas. Este regimiento tenía la misión de garantizar la seguridad de un arsenal de más de 40.000 toneladas de armamento y municiones, entre los que hay obuses y minas. Ya solo queda la mitad del arsenal. El resto fue destruido o retirado en el 2000.
La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, ha pedido que las tropas rusas sean reemplazadas por un grupo de observadores de la OSCE. Una petición que rechaza Rusia.
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La inseguridad en Transnistria ha llevado a suspender el desfile del 9 de mayo, en honor a la victoria sobre la Alemania nazi durante la Gran Guerra Patria. No se puede garantizar la seguridad de los asistentes tras las explosiones.
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