Publicidad
HIPÓTESIS MÁS PROBABLE DEL ACCIDENTE
El tren de Nueva York casi triplicaba el límite de velocidad recomendado
El tren viajaba con el acelerador pisado hasta seis segundos antes del descarrilamiento y el freno sólo se activo cinco segundo antes. Los datos divulgados proceden del análisis de dos cajas negras, aunque las autoridades también han comenzado a interrogar al maquinista y a analizar su teléfono móvil.
El tren de cercanías que descarriló este domingo en Nueva York circulaba a una velocidad de 132 kilómetros por hora en una zona limitada a 48, según anunciaron los investigadores. Aproximadamente cinco segundos antes de que la locomotora se detuviera se aplicó el máximo de presión en los frenos, según los datos técnicos divulgados por el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) durante una rueda de prensa.
La NTSB ha difundido este lunes la "información preliminar" que ha recabado tras el accidente, que causó cuatro muertos y más de 60 heridos, y ha apuntado como hipótesis más probable del siniestro el exceso de velocidad, aunque no ha podido determinar si se debió a un falló técnico o a uno humano. Un portavoz del organismo, Earl Weener, ha explicado que el tren viajaba con el acelerador pisado hasta seis segundos antes del descarrilamiento y el freno sólo se activo cinco segundo antes, según informan los medios estadounidenses.
Los datos divulgados proceden del análisis de dos cajas negras, aunque las autoridades también han comenzado a interrogar al maquinista y a analizar su teléfono móvil. Fuentes consultadas por NBC News han asegurado que el conductor, con 20 años de experiencia, declaró a las primeras personas que acudieron al lugar del accidente que había pisado el freno.
El tren había salido de la localidad de Poughkeepsie y se dirigía a la terminal de la estación central de Manhattan con unas 150 personas a bordo. El accidente se produjo alrededor de las 7.20 (hora local) cuando el tren se disponía a tomar una complicada curva, clasificada como de baja velocidad, de camino a la estación de Spuyten Duyvil, a la altura del Bronx.
Publicidad