Publicidad
ROCE DIPLOMÁTICO ENTE AMBOS PAÍSES
Tres cazas del Ejército suizo se acercan peligrosamente al avión en el que Putin viajaba a Perú
El presidente ruso ha pedido explicaciones a Suiza por la cercanía de los tres cazas mientras atravesaba el espacio aéreo suizo y por escoltarle. En el avión viajaban los miembros de la delegación rusa y varios periodistas, todos ellos para asistir a la cumbre Asia-Pacífico en Lima. Suiza ha afirmado que lo sucedido es completamente normal y que ocurre a menudo.
Moscú pidió explicaciones a Berna porque tres cazas del Ejército helvético escoltaron a una aeronave del gobierno ruso cuando atravesaba el espacio aéreo suizo.
El incidente ocurrió este viernes cuando un avión civil que transportaba a la delegación rusa y a periodistas hacia Lima para participar de la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) atravesaron el espacio aéreo helvético. Tres cazas F/A-18 se acercaron al avión ruso y lo escoltaron, tal y como pudieron comprobar y fotografiar los reporteros que viajaban en la aeronave.
Las autoridades rusas mostraron sus sorpresa y su descontento por el suceso. "Hemos pedido explicaciones a Suiza sobre el incidente de un avión del Gobierno ruso en el espacio aéreo suizo", anunció la embajada rusa en Berna en Twitter. El Ejército helvético respondió a través de su portavoz, Daniel Reist, quien dijo que lo ocurrido es completamente normal y sucede a menudo.
"Ocurre a menudo que F/A-18 escoltan aviones gubernamentales cuando sobrevuelan el espacio aéreo suizo, en el marco de nuestro trabajo de Policía del cielo", dijo Reist, quien especificó que el procedimiento se lleva a cabo sin tener en cuenta el origen de la aeronave. El portavoz explicó que este tipo de controles se hacen para verificar que el avión es exactamente el que se había informado que atravesaría el espacio aéreo helvético. No es la primera vez que ocurre un hecho similar entre Rusia y Suiza.
En octubre del 2015, otro caza escoltó a un avión ruso que transportaba parlamentarios que se dirigían a Ginebra, y el procedimiento no gustó a Moscú. En aquella ocasión, la cancillería rusa llamó al embajador helvético en Rusia y le pidió explicaciones.
Publicidad