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NO VIOLA SU DERECHO A LA VIDA
El tribunal de Estrasburgo autoriza a dejar morir a un tetrapléjico francés
Vincent Lambert, que ahora tiene 38 años, sufrió un accidente de tráfico en 2008 que le causó un grave traumatismo craneal y le dejó tetrapléjico y postrado en una cama. El Consejo de Estado de Francia apoyó que fuera desconectado, pero los padres y algunos de sus hermanos recurrieron.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos resolvió que dejar morir al tetrapléjico francés en estado vegetativo Vincent Lambert no viola su derecho a la vida.
La corte dio así la razón a la esposa, a varios hermanos de Lambert y a sus médicos, partidarios de que el enfermo sea desconectado de los aparatos que le mantienen con vida. El tribunal rechaza la petición de sus padres y otros dos de sus hermanos contra la decisión del Consejo de Estado de Francia, que autorizó en 2014 a desconectar la vida de Lambert.
Las posturas de los padres y de la esposa estaban enfrentadas
"No hay violación del artículo 2 (derecho a la vida) de la Convención Europea de Derechos Humanos" en la sentencia del Consejo de Estado francés, considera el TEDH. Pese a ello, la corte constata que "no hay consenso" entre los 47 países miembros del Consejo de Europa, por lo que considera que "hay lugar para otorgar un margen de apreciación a los Estados".
En este caso, según la sentencia, Estrasburgo se ha limitado a "examinar el respeto por parte del Estado de sus obligaciones positivas que derivan del artículo 2 de la Convención".
La defensa de los demandantes, a cargo del abogado Jean Paillot, había argumentado que la desconexión es contraria a los artículos 2 y 3 de la Convención sobre el derecho a la vida y a la prohibición de tratos inhumanos o degradantes. También invocó los artículos relativos al derecho al respeto de la vida privada y familiar y a un juicio justo. La mujer del tetrapléjico, Rachel Lambert, se declaró ante la prensa "conmocionada" y añadió, tras conocer la sentencia, que "no siente alivio ni felicidad".
Por contra, la madre, Viviane Lambert, dijo a la prensa que su hijo "no está al final de la vida. Monto en cólera cuando se me dice que está al final de su vida. Vincent es un discapacitado". Y afirmó sentirse "muy triste" con una sentencia que es un "escándalo". Vincent Lambert, que ahora tiene 38 años, sufrió un accidente de tráfico en 2008 que le causó un grave traumatismo craneal y le dejó tetrapléjico y postrado en una cama.
Ingresado en el hospital universitario de Reims, su esposa y sus cuidadores iniciaron el procedimiento para aplicar la Ley Leonetti de 2005, sobre los derechos de los enfermos y el fin de la vida. El doctor Eric Kariger, jefe del servicio de cuidados paliativos de ese centro sanitario, anunció hace un año que se interrumpiría la alimentación e hidratación artificiales a Lambert el 13 de enero de 2014, pero los padres consiguieron impedirlo por la vía judicial.
La esposa y un sobrino de Lambert, además del centro hospitalario, recurrieron ante el Consejo de Estado, que, tras consultar con diferentes organismos médicos, declaró legal la desconexión de Vincent.
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