El Tribunal Supremo americano ha tumbado el que seguramente era el último resquicio por el que Donald Trump todavía podía esperar un cambio a su favor respecto al resultado obtenido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020 el pasado mes de noviembre. Además, se ha producido por unanimidad y sin comentarios.
Esta decisión es probable que sirva de precedente en referencia al resto de denuncias que aun quedan por resolverse. Ken Paxton, fiscal General de Texas, interpuso la tarde del martes una demanda ante el Tribunal Supremo para impugnar los resultados de las elecciones presidenciales en los estados de Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin alegando que "inundaron a sus ciudadanos con solicitudes y papeletas ilegales".
"La confianza en la integridad de nuestros procesos electorales es sacrosanta. Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin destruyeron esa confianza y comprometieron la seguridad e integridad de las elecciones de 2020", ha asegurado el fiscal de Georgia, criticando las declaraciones y la actidud que ha tomado, por ejemplo, Trump y Paxon.
Hasta 50 tribunales distintos han rechazado las demandas de Donald Trump en el último mes. Desde vieron la luz los datos finales en cada estado, el líder republicano ha evitado reconocer su derrota en las elecciones EEUU y ha intentado por todos los medios que no se reconozcan los resultados de los estados claves en los que ha perdido. Si en las próximas horas no se producen cambios relevantes y sorprendentes, los 306 delegados de Joe Biden serán confirmados definitivamente para la votación de investidura, que se celebrará el próximo lunes 14.