Donald Trump, es un presidente catalogado como impulsivo, egocéntrico y visceral capaz de romper las convenciones del 'carácter presidencial', algo que ha generado un pulso entre su peculiar idiosincrasia y las arraigadas normas del sistema de Gobierno de Estados Unidos.
Trump no es el primer presidente de Estados Unidos que ha sacudido las convenciones con su personalidad arrolladora, volátil y narcisista, sus toques de paranoia y sus tendencias vengativas: muchas de esas cualidades se atribuyeron al demócrata Lyndon Johnson (1963-1969) y al republicano Richard Nixon (1969-1974).
Pero el carácter de Trump, que este sábado ha cumplido 100 días en el poder, "no tiene comparación posible con ningún otro presidente de la historia moderna", según Patrick Maney, un historiador de la universidad Boston College experto en la Presidencia.
Sin embargo, sigue habiendo muchos seguidores de Trump que ven atractivo su carácter abusón y su obsesión por 'ganar'.
Estos tres meses que lleva ejerciendo el poder el poder en la Casa Blanca han estado marcados por llamativos anuncios, más de una marcha atrás y algunas rectificaciones.
Además, su agresivo estilo al frente del Despacho Oval y sus malas relaciones con la prensa ha hecho que muchos sectores de la población se hayan sumado al rechazo por los tribunales de algunas de sus medidas prometidas en la campaña, aunque su respaldo que es el más bajo de las últimas décadas se mantiene estable entre las clases más desfavorecidas del país.
También, hay que destacar que estos 100 días se traducen en el nivel de aprobación más bajo de los últimos cuatro presidentes, con un 42 por ciento frente a un 65 de su antecesor Obama.
