De las 28 promesas que hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para cumplir en sus primeros 100 días de gobierno, ya ha aprobado doce. Ya ha ordenado que se levante el muro con México y vetar la entrada a EUU de inmigrantes de siete países musulmanes.
Pero le quedan otras promesas 'pendientes' no menos controvertidas. Quiere deportar, por ejemplo, a dos millones de inmigrantes que hayan cometido delitos. Detrás de esta batería de medidas están sus asesores.
El nuevo presidente parece que confía mas en su círculo más próximo de asesores que en su propio equipo de Gobierno, donde hay figuras que parecen más moderadas que él. Donald Trump cuenta poco con el Partido Republicano y con sus senadores y congresistas.
Su asesor de seguridad nacional, el general Michael Flynn, amigo personal de Vladimir Putin. Otras dos personas claves son el jefe de gabinete, Reince Priebus, y el jefe de estrategia,Stephen Bannon.
Bannon es el arquitecto ideológico, ya que dirigió por Internet una publicación de derecha radical. Aspira a romper el sistema político tradicional. El partido republicano le parece demasiado moderado.
Priebus es el nexo con el aparato del Partido Republicano, del que ha sido tres veces presidente. Se le considera un republicano como los de antes, pero Trump ha dado señales de estar más cerca del radicalismo de Bannon, al que ha dado más rango que los jefes de inteligencia y del ejército.
Por encima de éstos, se encuentra el asesor más próximo, Jared Kushner, de 36 años. Está casado con Ibanka, la hija de Trump, y aún no está claro si su voz es moderada o radical, pero la más importante para el presidente.
