La ofensiva militar de Turquía contra las milicias kurdosirias está haciendo escalar la tensión diplomática internacional. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha amenazado a la Unión Europea con dejar pasar a más de 3 millones de refugiados hacia su territorio si intenta frenar la operación lanzada este miércoles en el noroeste de Siria. La 'Operación Manantial de Paz' –como la ha bautizado el ejecutivo turco- continúa este viernes y ya empieza a afectar también a zonas fronterizas de la propia Turquía.
El misterio de Defensa de Turquía ha asegurado que han "neutralizado" (el Ejército turco emplea el término para referirse a muertos, heridos o capturados) a 277 miembros de las milicias, aunque estos datos no pueden ser contrastados de forma independiente. Este viernes las Fuerzas turcas continúan por tercer día consecutivo con bombardeos y fuego de artillería sobre las ciudades sirias de Tal Abiad y Ras al Ain, mientras varios comandos turcos apoyados por milicias rebeldes sirias combaten sobre el terreno.
Las milicias Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas han respondido a la ofensiva con el lanzamiento de granadas de mortero a localidades próximas de la frontera. Al menos 7 personas, incluidas un bebé de 9 meses, han muerto víctima de dichos ataques y tres soldados han resultado heridos.
Las autoridades turcas aseguran que sus tropas han ocupado ya once localidades en los alrededores de Tal Abiad y Ras al Ain, dentro de su plan de penetrar 30 kilómetros dentro de suelo sirio a lo largo de su frontera y expulsar de ella a las milicias sirias que Ankara considera terroristas por sus vínculos con la guerrilla kurda que opera en Turquía. El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, declaró en la noche del jueves que el Gobierno turco quiere completar la operación "lo antes posible" pero que aún no tienen una fecha.
Discrepancias entre las principales potencias internacionales
En el marco de estos ataques perpetuados por el Estado turco, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió este jueves a puerta cerrada para decidir una acción conjunta. Sin embargo, la división que lleva arrastrando el organismo casi desde el inicio de la guerra en el país árabe volvió a ser patente tras finalizar la reunión sin ningún acuerdo.
Los países de la Unión Europea que forman parte del Consejo –Bélgica, Francia, Alemania, Polonia y Reino Unido´-, así como Estonia tomaron la postura más crítica al instar a Ankara que dé marcha atrás y "cese la acción militar unilateral". En un comunicado, los seis países han señalado que "no creen que la operación aborde las preocupaciones en materia de seguridad de Turquía" y han afirmado que la renovación de las hostilidades en el noreste socavarán la estabilidad de toda la región, exacerbarán el sufrimiento de la población y provocarán un mayor número de desplazamientos, lo que aumentará el número de refugiados y desplazados en la zona". Tal y como recoge el texto, las acciones de Turquía "amenazan los logros alcanzados por la coalición global contra el grupo terrorista Estado Islámico" y pondrán en peligro "la seguridad de los aliados locales de la coalición".
Por su parte, el ministro de Asuntos exteriores en funciones, Josep Borrell, aseguró que la posición del Gobierno respecto a las acciones militares turcas es la misma que el resto de países de la Unión Europea porque, según declaró, "Europa habla con una sola voz, o a veces con varias voces, pero lo importante es ser un coro afinado". Borrell no ha dudado en rechazar la operación militar que Turquía lanzó el pasado miércoles y que este viernes continúa sin una fecha de finalización. "Es un problema que no se va a resolver a cañonazos y estamos muy preocupados y ocupados en continuar el proceso para encontrar la solución política", ha zanjado el futuro jefe de la diplomacia europea.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha pronunciado a través de Twitter sobre las posibles acciones que podría llevar a cabo su Ejecutivo después de que los mandos Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) pidieran al país norteamericano la declaración de una zona de exclusión aérea. El republicano ha anunciado que Washington baraja una mediación estadounidense para lograr un acuerdo entre Turquía y las autoridades kurdas sirias. "Derrotamos el cien por cien del califato de Estado Islámico y ya no tenemos tropas en la zona que está siendo atacada por Turquía en Siria. ¡Hicimos perfectamente nuestro trabajo!", ha recalcado en una serie de mensajes en su cuenta en Twitter. "Ahora Turquía está atacando a los kurdos, que han estado luchando entre ellos desde hace 200 años. Tenemos una de estas tres opciones: enviar miles de tropas y ganar militarmente, golpear muy duro financieramente y con sanciones a Turquía, o mediar un acuerdo entre Turquía y los kurdos", ha asegurado Trump sin que se haya vuelto a realizar un anuncio oficial con respecto a este tema.