El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, pidió a los líderes de la Unión Europea que le concedan otros 3.000 millones de euros para 2018 con el fin de atender a los más de dos millones de refugiados en su territorio, así como acelerar la liberalización de visados a ciudadanos turcos. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, confirmó esta petición de Ankara en una rueda de prensa tras participar en la cumbre que se celebra hoy en Bruselas.
"Se ha solicitado 3.000 millones de dinero adicional para 2018. El Parlamento Europeo está dispuesto a hacer lo que pueda para acelerar el proceso", dijo Schulz. Davutoglu planteó estas peticiones en una primera sesión de la cumbre UE-Turquía a los líderes de la UE, después de presentarlo anoche a la canciller alemana, Angela Merkel, y al primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país desempeña la Presidencia semestral del Consejo de la Unión.
Fuentes comunitarias reconocen que esta manera de proceder de Ankara "complica el proceso" y explican que no está claro que los líderes puedan llegar a un acuerdo hoy mismo porque algunas delegaciones ni siquiera conocían la nueva propuesta, que ha sido remitida a Bruselas en las últimas 24 horas. La idea turca es que, una vez se agoten los 3.000 millones de euros "iniciales" del fondo para asistir a los refugiados durante 2016 y 2017, a partir de 2018 vuelva a completarse con otros 3.000 millones, indicaron otras fuentes europeas.
En cuanto a la liberalización de visados, estaba prevista para octubre pero ahora Ankara quiere que se adelante a junio porque para entonces ya habrá demostrado que cumple su parte del trato con la UE, añadieron. A cambio de estas reclamaciones, Turquía se compromete a aceptar de forma inmediata la devolución de "todos" los inmigrantes económicos y refugiados que lleguen a Grecia a partir de una fecha específica, que aún no se ha concretado.
Ankara quiere cierta certeza de que este nuevo sistema no implicaría la repatriación del millón de personas que ya acoge Alemania, por ejemplo, y reclama a la UE que asuma los costes de las devoluciones. Además propone un mecanismo para que cada sirio devuelto desde Grecia se corresponda con el traslado de un refugiado desde Turquía a la UE por vías legales, a fin de que el balance final para Ankara sea "neutral".
Otras fuentes dijeron que Turquía no ha precisado por el momento cómo funcionaría este mecanismo. Por lo que se refiere a la aceleración del proceso de liberalización de visados, Schulz indicó que "es un elemento clave del debate hoy" y que la Eurocámara está dispuesta a "acelerar el proceso", respetando sus derechos como colegislador.
Por otro lado, Schulz señaló que "la apertura de nuevos capítulos que ha solicitado el Gobierno turco también da la oportunidad de debatir sobre derechos humanos y la libertad de los medios de comunicación, tras los casos recientes como el del diario Zaman (cuyo control ha tomado el Gobierno turco) o la situación en el sureste del país" en referencia al conflicto kurdo. En cuanto a la creación de una zona segura para sirios, fuentes comunitarias aclararon que Turquía ha solicitado apoyo político de los Veintiocho para su desarrollo, que están en consultas con Estados Unidos.