Bruselas planteará acoger a 120.000 refugiados más, mientras Alemania y Francia apostaron por un sistema "obligatorio y permanente" en respuesta a la violenta tragedia de miles de personas en el corazón de Europa.
La imagen de un niño ahogado en una playa turca, convertida en símbolo de la tragedia de los refugiados sirios, fue hoy una referencia constante para quienes reclaman a los líderes europeos que reaccionen de una vez ante el mayor éxodo que vive el continente desde el fin de la II Guerra Mundial.
"Pienso en las víctimas que no son fotografiadas, que son ignoradas, y en las futuras víctimas que habrá si no hacemos nada", señaló el presidente francés, François Hollande. Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, apostaron hoy por un mecanismo "obligatorio y permanente" de acogida de refugiados, un sistema que Berlín califica de "justo" y París de "moral", pero que rechazan muchas de las naciones con fuertes flujos de inmigración.
Más de 350.000 inmigrantes y refugiados han llegado en lo que va de año a la Unión Europea, la mayoría a Italia, cruzando el Mediterráneo, y a Grecia, desde donde siguen camino a Hungría, para continuar viaje hacia países más ricos de la UE.
La Comisión Europea propondrá que los estados miembros se repartan a 120.000 asilados de los que se encuentran en Hungría, Grecia e Italia, el triple de los que planteó en mayo en un esquema que ya resultó polémico, según dijeron fuentes comunitarias.
El plan del Ejecutivo comunitario, que se presentará el próximo miércoles y aún es un borrador, sugiere sumar estas 120.000 personas a las 32.256 que ya se comprometieron a acoger los países de la UE en julio pasado y que el sistema sea más "automático". La iniciativa pretende contentar entre otros a Hungría, uno de los países más afectados por la crisis migratoria y que ha reaccionado con las medidas más controvertidas, como la construcción de una larga valla o la adopción de penas de cárcel contra la inmigración ilegal.
Mientras en Budapest se permitía por primera vez desde el lunes la salida de un tren atestado de refugiados, pero para pararlo antes de llegar a la frontera austríaca, el primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orbán, visitaba hoy Bruselas.
Allí, Orbán aseguró que el problema de la crisis migratoria "no es europeo, sino alemán", porque "nadie quiere permanecer en Hungría" ni en los países pobres vecinos. Alemania es uno de los puntos de destino preferidos de los huidos y su Gobierno prevé que este año recibirá hasta 800.000 refugiados, número que admite será difícil de gestionar.
En Ginebra la canciller Merkel defendió hoy "cuotas obligatorias en el seno de la Unión Europa para compartir los deberes, es el principio de solidaridad", y pidió respeto para las Convenciones de Ginebra, que establecen la obligación de los estados de brindar protección a los civiles víctimas de conflictos y persecución. Pero muchas naciones en Europa son reticentes como Polonia, que por ahora ha acordado acoger a 2.200 refugiados, una cifra inferior a la inicialmente propuesta por Bruselas.
La primera ministra polaca, Ewa Kopacz, aseguró que no aceptará la imposición de cuotas, pues considera que la Unión Europea debe ayudar a las personas que verdaderamente huyen de la guerra y no a los inmigrantes económicos.
Por su parte, el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó que España está "perfectamente dispuesta a asumir la cuota de refugiados que le corresponda", aunque consideró que hay que acabar con los conflictos que están provocado el problema, como el conflicto en Siria.
Bruselas ya propuso en mayo un sistema obligatorio para el reparto de 40.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia desde abril, pero la medida acabó reduciéndose a un acuerdo entre países sobre la base de compromisos voluntarios para el reparto de 32.256 personas.
La nueva propuesta que plantea la CE irá dirigida a sentar las bases para un sistema permanente "más automático" ante situaciones de emergencia, en el que se reforzará el mecanismo de devolución de inmigrantes irregulares a sus países de origen, según las fuentes comunitarias.