Ucrania denuncia un ataque a autobuses que evacuaban a civiles en la región de Járkov

Ucrania denuncia que las tropas rusas han atacado autobuses en los que viajaban civiles. Los estaban evacuando de la localidad de Borova, en la región de Járkov. Habrían matado a al menos 7 personas y otras 30 habrían resultado heridas.

Ucrania ha denunciado estos hechos a través de Telegram donde la oficina del fiscal regional de Járkov ha asegurado que el ataque se produjo el jueves. Además, la agencia Ukrinform cita a residentes de la localidad que afirman que los conductores de los autobuses al ver a las tropas rusas detuvieron los vehículos para que la gente pudiese salir "con las manos en alto". Aún así, afirman que les dispararon.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ya ha iniciado una investigación para esclarecer si lo ocurrido constituye una violación a las leyes de la guerra y un asesinato premeditado, bajo el Código Penal ucraniano. La ciudad de Borova se ha convertido en uno de los objetivos rusos y las autoridades instaron a la población a abandonarla. Se calcula que unas 15.000 personas han abandonado la localidad.

El Tribunal de la Haya investiga crímenes de guerra rusos

De confirmarse, sería un crimen de guerra por parte de Rusia. Algo que, tristemente, empieza a ser habitual, según denuncia Ucrania. Hoy el fiscal de la Corte Penal Internacional ha dicho que hay "motivos razonables" para poder juzgar esos crímenes. Se empiezan a ver los primeros resultados visibles de esos trabajos sobre el terreno para documentar con pruebas las atrocidades y los posibles crímenes de guerra cometidos.

Están colaborando también expertos de diferentes países para tratar de que esta investigación sea lo más transparente posible. El gran problema es que Rusia rechaza este gran Tribunal de la Haya y de momento rechaza cualquier acusación sobre ellos.

De hecho, el propio fiscal asegura y denuncia que en varias ocasiones ha intentado ponerse en contacto con las autoridades de Rusiasin ningún éxito. Lo más importante es que el fiscal asegura que las evidencias, ahora, hablan por si solas.

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