El Servicio de Guardafronteras de Ucrania (SGU) denunció que tropas rusas asaltaron esta madrugada uno de sus puestos de vigilancia en la rebelde república autónoma ucraniana de Crimea y echaron a los guardafronteras y a sus familias a la calle.
"Fuerzas de asalto rusas asaltaron un destacamento de fronteras esta madrugada. Los agresores golpearon al jefe de guardia, que intentó resistirse, y tomaron la armería", denunció el SGU en un comunicado. Según los guardafronteras ucranianos, "los agresores irrumpieron en las viviendas donde viven con sus familias, requisaron los teléfonos móviles al jefe del destacamento, a su esposa y a otros oficiales".
"Bajo amenazas con armas, obligaron a todo el mundo recoger sus pertenencias y abandonar el destacamento", concluye la nota del SGU. Por otro lado, el periodista Osmán Pasháev denunció en su página de Facebook que un grupo de civiles tomaron la sede de la televisión estatal de Crimea y no permiten la entrada al edificio a sus trabajadores. "La Televisión Estatal de Crimea ha sido tomada por criminales. Tengo un pase legal de trabajador, expedido en 1998, y no me dejan acceder al edificio", escribió Pasháev.
Precisó, al mismo tiempo, que la toma de la sede se ha producido de mutuo acuerdo entre las autoproclamadas autoridades de la república autónoma, los propietarios de la compañía, la policía regional y "los voluntarios de Moscú". El edificio ya fue rodeado ayer por las llamadas "autodefensas de Crimea", hombres perfectamente pertrechados y armados a los que Kiev identifica como tropas invasoras rusas.
El Consejo Superior de Crimea (Parlamento regional) adoptó una decisión para su reunificación con Rusia, de la que formó parte hasta 1954, y convocó un referéndum sobre esta cuestión para el próximo 16 de marzo. Crimea tiene una población de cerca de dos millones de habitantes, de los cuáles el 60 por ciento son rusos, el 26 por ciento ucranianos y el 12 por ciento tártaros, favorables a mantener la región dentro de Ucrania.
Las nuevas autoridades de Kiev no reconocen al Gobierno de la autonomía, que a su vez considera ilegítimo al Ejecutivo central y sólo reconoce como el presidente de Ucrania al depuesto Víktor Yanukóvich, refugiado en Rusia.