Guerra ruso-ucraniana
Ucrania derriba hasta 12 drones kamikazes de origen iraní en Mykolaiv
Continúan los ataques con drones kamikazes a numerosas regiones de Ucrania. El Ejército de Zelenski ha conseguido neutralizar hasta 12 drones en la ciudad de Mykolaiv.
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El masivo envío de drones kamikaze a Ucrania para destruir todas las fuentes de energía posibles, está convirtiéndose en la nueva y más eficaz arma de guerra para Vladímir Putin, a la espera de recomponer su Ejército. En las últimas horas, Ucrania ha llegado a derribar hasta 12 de estos drones kamikazes en la ciudad de Mykolaiv, que se ha convertido en uno de los nuevos objetivos del Kremlin para tratar de sofocar la contraofensiva relámpago del Ejército ucraniano.
Aunque Rusia ha negado la compra de estos drones kamikazes, la mayor parte de la comunidad internacional ya da por sentado que Irán está implicado en estos sucesos, y se prepara para tomar medidas. Estados Unidos ya ha anunciado sanciones contra el régimen ayatolá por la venta de estos drones, al considerar que se está vulnerando el derecho internacional, suministrando armas a un país que ha empezado la guerra ruso-ucraniana y discute la soberanía de una nación independiente.
Las instalaciones energéticas, nuevo objetivo de Putin
Mientras la guerra está a punto de cumplir ocho meses de su comienzo, Ucrania se centra en buscar el apoyo de China, cuyos vínculos con Rusia pueden llegar a ser determinantes si se cortan de raíz. Recientemente, el Partido Comunista chino ha revalidado el liderado del presidente Xi Jinpìng por tercera vez consecutiva, una decisión histórica sin precedentes, y siendo uno de los líderes que apoya la soberanía integral de Ucrania, pero, a la vez, un fiel aliado de Rusia.
El nuevo objetivo que tiene Rusia para recuperar parte del liderato perdido en la guerra son las instalaciones que nutren de energía a Ucrania. Gran parte de ellas han sido atacadas en los últimos días, hasta el punto de que ya el 30% del país ha perdido su electricidad y está sometida a apagones por la noche, confirman fuentes oficiales. La preocupación principal es que esto pueda afectar a lugares trascendentales como las centrales nucleares de Chernóbil y Zaporiyia.
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