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BRUSELAS Y MOSCÚ PUGNAN POR LA “PERLA DEL ESTE”

Ucrania, un país con un corazón fronterizo entre Oriente y Occidente

Ucrania es, junto con Rusia, la república exsoviética con más peso. Su riqueza minera, agrícola y -sobre todo-, un mercado de 45 millones de personas, le convierten en un país codiciado: por Moscú y por Bruselas.

En calma, o con disturbios, desde hace meses, millones de ucranianos toman las calles a diario... Y lo hacen divididos entre los que exigen a sus líderes la firma de un acuerdo que les vincule a la Unión Europea... y por el otro, los que prefieren asociarse con la Unión Euroasiática, patrocinada por Rusia y heredera de la URSS.

Ucrania, que en su idioma significa "frontera", es un país bicéfalo: el este, industrial y minero, ve a Rusia como un país hermano. Sin embargo, el oeste, católico e históricamente vinculado a Polonia y al Imperio austrohúngaro, clama por acercarse a Bruselas. El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad San Pablo-CEU, José Luis Orella, asegura que muchos ucranianos ven con aprensión el resurgir de Rusia.

"El que ahora Rusia recupere su fuerza, que sea una Rusia en torno a un liderazgo fuerte, para algunos ucranianos significa la vuelta del Zar. La occidentalización supone extirpar cualquier posibilidad de una nueva tiranía".

Ucrania atrae tanto a Bruselas como a Moscú, además de por su riqueza agrícola y minera, por su posición estratégica. Por su territorio pasan los conductos que transportan el gas procedente de Rusia que calientan a Europa en invierno... Y es el gas precisamente el principalmente resorte con el que el Kremlin presiona a Ucrania.

"Si Ucrania, en ese aspecto dice: eh, cuidado, somos familia, somos hermanos, pertenecemos a la misma familia, en ese caso, tendrás precio de amigo, pero si tienes precio de amigo tendrás que entrar en nuestros lazos familiares.", afirma el profesor Orella.

Ante este panorama, el presidente ucraniano parece optar porque su país siga haciendo de frontera ente el este y el oeste... Dos mundos que, a pesar de los recelos mutuos, se necesitan.

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