Sasi, un hombre de 63 años con parálisis parcial, decidió no conformarse cuando el ayuntamiento se negó a construir una carretera para que pudiera ir al pueblo de al lado.
Ha pasado tres años cavando él mismo un camino de 200 metros, con el problema añadido de que no puede andar ni mover su mano derecha.
Esa colina le impedía desplazarse al pueblo vecino donde quería ir a trabajar. Ni el gobierno local ni los vecinos quisieron hacerse cargo de la obra. Todo el mundo le negó la ayuda, por eso decidió coger las herramientas él mismo.
Nadie confíaba en que lo conseguiría. Pero pronto esta desconfianza comenzó a convertirse en palabras de ánimo. Fue entonces cuando su historia se hizo viral y miles de internautas realizaron aportaciones voluntarias para comprarle la moto adaptada.
Probablemente, Sasi nunca imaginó que tras sufrir un accidente con 45 años podría volver a recuperar su vida.