Hace un mes Reino Unido detectó una nueva variante del coronavirus, conocida como conocida como B.1.1.7. La nueva cepa ya se ha detectado en al menos 50 países y los expertos avisan, es dos veces más transmisible que la anterior.
Francisco es un médico intensivista de Valencia que ha estado al borde de la muerte tras contagiarse con la variante británica. No solo él, 6 miembros de su familia han pasado por lo mismo. A Francisco aún le cuesta hablar porque a sus pulmones sigue sin llegar el oxígeno necesario pero ha mandado un mensaje muy claro a la población: "No os relajéis porque esta cepa es muy contagiosa".
¿Qué se sabe de la variante británica?
Se descubrió por primera vez en el sur de Reino Unido y hasta el momento solo hay un tipo de PCR que la detecta.
Julián Domínguez, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, explica que la prueba "detecta tres genes, dos positivos y uno negativo". Si el resultado es negativo se confirma la sospecha de que se trata de la mutación británica.
Si esto ocurre, hay que enviar la muestra a secuenciar, que es la técnica que confirma la presencia de la cepa. Sin embargo, los investigadores advierten que aún faltan medios y por ese motivo podría haber muchos más casos sin diagnosticar. La tendencia ha cambiado y ahora los nuevos contagios son más jóvenes, aunque de momento, no hay estudios que confirmen que esta variante afecta en mayor medida a este grupo de población.
Situación preocupante
Esta variante ha provocado que la Organización Mundial de la Salud se reúna de urgencia para analizar la evolución de la cepa británica del coronavirus. Pero la OMS también mantiene activada la alerta de vigilancia en otras mutaciones del virus detectadas en Sudáfrica, Brasil y Japón.