Al menos ocho personas han muerto por el terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter ha afectado a la zona centro de Filipinas, incluida la capital, Manila, donde se han registrado temblores de edificios y escenas de pánico entre la población.
El seísmo ha tenido su epicentro 60 kilómetros al noreste de Manila, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), que ha situado su origen a 40 kilómetros de profundidad. La gobernadora de la provincia de Pampanga, Lilia Pineda, ha indicado que dos personas han muerto sepultadas por un muro que ha colapsado en la localidad de Lubao. También ha informado de que otros tres cadáveres han sido recuperados de los escombros de un edificio que se ha derrumbado en la ciudad de Porac. Además, ha anunciado que otros tres pueblos de Porac han comunicado que hay otras tres víctimas mortales.
El Aeropuerto Internacional de Clark ha sufrido daños y ha tenido que suspender su actividad durante al menos 24 horas. Las imágenes difundidas por los medios locales muestran daños en paredes y techos de este aeródromo, situado en la provincia de Pampanga. Los temblores han provocado momentos de tensión en Manila, donde varias oficinas han sido evacuadas, aunque en el caso de la capital no hay constancia de que se hayan producido víctimas. Filipinas se encuentra dentro del 'Anillo de Fuego' del océano Pacífico, una zona de frecuente actividad sísmica.
