Los Campos Elíseos, que los franceses califican como "la avenida más bella del mundo", vio hoy sacudida su rutina nocturna por un tiroteo en el que murió un policía y el asaltante, en un aparente atentado terrorista que varios testigos aseguran que "era de esperar".
"Empezamos a ver gente que corría y se metía en las tiendas. Escuchamos los disparos, pero, sinceramente, pensamos que eran petardos", relató Koriche, francés de 19 años que ha viajado a París de turismo.
Koriche, que situó el lugar de los disparos entre las tiendas de Marks and Spencer y Zara, hacia la mitad de la avenida, dijo que había venido varias veces antes a la capital, "pero después de esto no creo que vaya a volver en un tiempo".
El parisino Didier, de 37 años, se disponía a acudir a una velada en los Campos Elíseos cuando se encontró con el tiroteo: "Por las elecciones -cuya primera vuelta se celebra el domingo- esperaba que pasase esto en algún momento".
"No tengo miedo, pero sí estoy disgustado por que no puedas estar nunca tranquilo", agregó.
La misma opinión era compartida por la también francesa Martine, que explicó a Efe que "de todos modos esperábamos algo así".
Hace dos días, la policía francesa detuvo en Marsella a dos sospechosos de preparar un atentado "inminente" durante la campaña electoral que tenían en su piso de alquiler armas y explosivos.
El mexicano Juan, de 30 años y estudiante de una maestría en Computación, relató cómo se encontraba en un restaurante al lado del tiroteo, "pero nadie vino a decirnos qué había pasado"
"No vine con miedo a París, pero la gente sí me había dicho que tuviera cuidado. No voy a cambiar mis planes, porque me voy mañana", dijo el joven.
Pese al ruido de los helicópteros que sobrevuelan la zona y las sirenas de la policía, en muchos locales de los Campos Elíseos la noche continuaba ajena a lo sucedido.
Ese era el caso de la sala nocturna Le Madam, en la cercana calle de la Boetie, donde la música salía de las puertas como si nada ocurriese en el exterior.
El vigilante del local, Hafedh, con más de 14 años de trabajo custodiando su entrada, reconoció que cuando escuchó los disparos pensó que se trataba "de las obras de enfrente", pese a que otros creían que era un atraco y otros decían que era un tiroteo.
"Abrimos nuestras puertas y dejamos a la gente que llegaba corriendo que pasara. A los de dentro les dijimos que había habido un problema en los Campos Elíseos", explicó Hafedh.
Una hora y media más tarde de las 21.00 (19.00 GMT), cuando tuvo lugar el tiroteo, Hafedh reconocía que "la zona está segura", por lo que "no hay motivo para interrumpir la velada", tras haber cerrado sus puertas un rato hasta que se calmó la situación.
El vigilante explicó que él es creyente musulmán, pero, si se confirma que es un atentado terrorista, dice que no hay razón para que hayan atacado a policías, porque a ojos de sus autores, "somos todos infieles".