La epidemia de coronavirus ya ha costado la vida a más de 3.000 personas y su final se ve lejano. La sociedad está siendo obligada a convivir con una situación que va de la incertidumbre y las restricciones en muchos aspectos de la vida cotidiana, a una obligada y casi paradójica normalidad.
Desde los primeros casos detectados en el epicentro del virus, la ciudad china de Wuhan, los contagios en todo el mundo ascienden a más de 95.000. Como se puede ver en el vídeo, que muestra la expansión del coronavirus, los datos siempre fueron mucho más altos en China que en el resto del mundo pero en los últimos días se ha revertido esta situación.
Según los últimos datos de la la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de casos de COVID-19 en el mundo se ha elevado a 95.265 (143 más en China y 2.055 en el resto de países). "Nos preocupa que algunos países no estén tomándose el problema suficientemente en serio o que hayan decidido que no pueden hacer nada", alertó Tedros.
El máximo responsable de la OMS señaló que Corea del Sur, que con 5.200 casos es el segundo país más afectado después de China, está mostrando "signos positivos", con una progresiva reducción del número de infecciones diarias, aunque éstas aún superan el medio millar de nuevos diagnosticados por día.
En Italia, donde han fallecido 148 personas por el coronavirus y 3.296 están contagiadas, según las últimas cifras oficiales, buena parte de la opinión pública considera un mal necesario la decisión del gobierno de cerrar hasta el 15 de marzo escuelas y universidades para evitar más riesgos.