La compañía ferroviaria holandesa NS pagará entre 5.000 y 15.000 euros a unos 6.000 supervivientes y familiares de víctimas del Holocausto por haber ayudado a transportar en sus trenes a judíos, romaníes y sintis a campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
Según confirmó la abogada de las víctimas, Liesbeth Zegveld, NS incluirá también a los gitanos, que habían sido excluidos en un primer momento de un posible acuerdo entre la compañía ferroviaria y las víctimas del Holocausto, sus viudas, viudos e hijos.
Se calcula que aún siguen con vida alrededor de 500 judíos, romaníes y sintis (gitanos de Europa central, Italia, Francia y parte de Escandinavia) de los que fueron transportados por NS, entre 1940 y 1954, desde diferentes estaciones de tren holandesas hasta el campamento de tránsito de Westerbork, donde fueron conducidos a continuación a Auschwitz.
Los supervivientes recibirán cada uno 15.000 euros, mientras que a las viudas y viudos les corresponden 7.500 euros y a los hijos entre 5.000 y 7.500, dependiendo de si nacieron durante la guerra o después, especifica Zegveld. La letrada asegura que las víctimas "siempre supieron que esto era su derecho pero no creían que algún día se iba a hacer justicia", por lo que subraya que "no se lo esperaban" y ahora aplauden que NS reconozca el daño causado por no negarse a cooperar con los nazis durante la guerra.
La compañía de ferrocarriles también iniciará una investigación en profundidad sobre el papel que tuvo en el Holocausto, puesto que los nazis alemanes le pagaron millones de euros para transportar con frecuencia a la población judía y gitana a Westerbork, campo donde también estuvo la niña judía Ana Frank y su familia en 1944, antes de ser deportados hacia Auschwitz.
En total, NS transportó a 110.000 víctimas del Holocausto hacia los campos de exterminio y solo 5.000 personas regresaron con vida, y, aunque lo hicieron en nombre de los alemanes, nunca protestaron contra las medidas impuestas y pagadas para su implementación.
La compañía también ayudó a los alemanes con el transporte de tropas y les alquiló miles de vagones de carga y de locomotoras, pero la empresa sufrió daños importantes ya que fue objeto de ataques de la resistencia y las acciones aliadas. Muchos puentes ferroviarios y trenes fueron destruidos o dañados en 1945.
NS ya se disculpó en 2005 por su papel en el Holocausto pero rechazó hablar de compensaciones, hasta que el judío Salo Muller, de 82 años, amenazó con llevar a la compañía ante los tribunales y presionando para alcanzar este acuerdo.
Muller tenía cinco años cuando sus padres fueron arrestados por los alemanes en 1941 y fueron transportados en uno de los trenes de NS desde Ámsterdam hasta Westerbork, donde pasaron nueve semanas hasta que fueron conducidos a Auschwitz.