Es la viva imagen de lo que está suponiendo para las familias chinas la epidemia del coronavirus. Los efectos, que son más letales cada día, ya han matado a 259 personas.
También se multiplica el número de contagiados, que supera los 12.000. Las autoridades chinas aseguran que luchan con todos sus medios contra la epidemia, pero se teme que lo peor esté aún por llegar.
Por ello, los controles en todas las ciudades de China se han extremado a nivel insospechados. Y son los ciudadanos quienes tienen que pagar con la misma moneda, aunque se trate de casos excepcionales.
Este vídeo muestra a una madre que llora y suplica para que le dejen pasar un control en una de las zonas afectadas por el coronavirus en China. Lo que la policía no sabe es que su hija tiene que Leucemia y necesita un tratamiento urgente.
Finalmente, los agentes se apiadan de la señora y le permiten el paso a ella y su pequeña para poder asistir al hospital, donde recibió quimioterapia.