Alepo

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SI LA SITUACIÓN CONTINUA ASÍ

Unicef alerta de la posibilidad de un "brote de desnutrición" en Alepo entre los 80.000 niños que hay atrapados

Una lata de atún ha pasado de costar 2 a 10 dólares en el este de Alepo. La dificultad para tener electricidad incrementa la falta de agua que se consigue a través de bombas. Tampoco hay combustible y los hospitales operativos son escasos como el personal que en ellos actúa. Con este panorama desolador Unicef alerta de que podría producirse "un brote de desnutrición" entre los 80.000 niños que están atrapados en esa zona de la ciudad siria.

El Fondo de la ONU para la Infancia ha expresado su preocupación por la posibilidad real de que se produzca un "brote de desnutrición" entre los alrededor de 80.000 niños que se encuentran atrapados en el este de la ciudad siria de Alepo de seguir la situación de asedio y no poder hacer llegar ayuda.

Según ha explicado Gianluca Buono, coordinador de operaciones de Unicef en Siria, hasta la fecha no se tiene constancia de que haya casos de desnutrición dentro del este de Alepo, la zona controlada por los rebeldes y asediada por las fuerzas sirias, pero "si sigue así la situación, con falta de acceso a carne y verduras, nos preocupa que pueda producirse". "Las reservas de comida se están terminando", ha alertado.

La situación en el este de Alepo es "terrible", ha reconocido, entre otras cosas porque los elevados precios de los alimentos, una lata de atún ha pasado de 2 a 10 dólares, por ejemplo, y la falta de suministro de los mismos dificultan el que los habitantes puedan alimentarse adecuadamente.

A esto se suma, el que hay pocos hospitales y clínicas operativos y los que funcionan carecen de personal suficiente y de medicinas. Como resultado de ello, según Buono, "hay niños en condiciones críticas que están siendo rechazados porque no hay personal para atenderles".

Otro de los principales motivos de preocupación para Unicef es la falta de agua, ya que el suministro en el este de Alepo depende de bombas para las que hace falta electricidad, algo que no siempre está disponible.

También hay falta de combustible, lo que impide en ocasiones recurrir a generadores. "Tenemos miedo de que los niños y sus familias tomen agua de pozos contaminados", ha reconocido. A este dramático panorama hay que añadir ahora la llegada del invierno.

Según el responsable de Unicef, por el momento las temperaturas no han caído en exceso pero lo harán en las próximas semanas. La agencia de la ONU ha elaborado una "estrategia de invierno para todo el país", que incluye la distribución de ropa de abrigo y mantas, así como vales para que las familias puedan adquirir ropa en determinadas tiendas.

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