Guerra Rusia-Ucrania
La Unión Europea quiere que Rusia pague las armas de los ucranianos
Después de meses de dudas legales, la UE propone utilizar los beneficios que están generando los activos rusos congelados en Europa para comprar armas para Ucrania.
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La Unión Europea está dispuesta a romper otro de los grandes tabúes. Otro más, de los muchos que ha sobrepasado ya desde que comenzó la invasión de Ucrania. Quiere usar los activos rusos congelados en territorio comunitario para sufragar la guerra. Una opción que genera muchas dudas legales y, por eso, los técnicos de Bruselas llevan meses dándole vueltas a cuál debe ser la mejor fórmula jurídica.
De momento, la propuesta que Josep Borrell pondrá encima de la mesa de los líderes europeos pasa por utilizar los beneficios que están generando los activos rusos congelados por las sanciones, para comprar armas para Ucrania.
"No hablamos de los activos rusos en sí mismos, si no de los beneficios que generan en los mercados financieros, que calculamos que podrían ser unos 3.000 millones cada año", aseguraba Josep Borrell delante del primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, de visita en Bruselas. "Espero que lleguemos a un acuerdo muy pronto y así cambiemos los billetes por armas, porque vuestros soldados no luchan con billetes, necesitan armas físicas para defender a vuestro pueblo", añadía el jefe de la diplomacia comunitaria.
Denys Shmyhal agradecía la valentía de la UE al afrontar este paso porque aseguraba que "Europa y el mundo necesita un precedente fuerte para que el agresor pague un precio muy alto por la destrucción que ha provocado en Ucrania". Pero las autoridades de Kiev van más allá, transmiten que les gustaría que se usen los activos rusos en su totalidad. "Necesitamos ese dinero para la reconstrucción del país y para comprar armas y munición. Esto es solo el primer paso, desde Ucrania insistimos en la confiscación total de los activos congelados por las sanciones".
Miles de millones de euros rusos congelados
Desde que estalló la guerra y se puso en marcha la maquinaria de las sanciones europeas se calcula que unos 260.000 millones de euros en activos del Banco Central de Rusia están inmovilizados en todo el mundo. De ellos, más de dos tercios se encuentran en territorio de la UE, alrededor de 210.000 millones de euros.
Dependiendo del tipo de interés, los beneficios generados por estos activos inmovilizados podrían llegar a los 3.000 millones de euros cada año y podrían estar disponibles para usarlos a partir de mediados de 2024.
La UE, en un principio, se planteó la posibilidad de usarlos para apoyar la recuperación y reconstrucción del país, pero, analizando cuáles son las necesidades más urgentes de Kiev en materia de defensa, se ha decidido que el 90% de esos beneficios se dedique, directamente, a la compra de equipamiento militar, armamento y munición.
El primer paso se dio hace un mes, cuando se les pidió a las entidades de la UE que tuvieran cuentas de más de un millón de euros de reservas del Banco Central de Rusia, que contabilizaran por separado los beneficios extraordinarios resultantes. Ahora se quiere dar el paso definitivo.
Rusia responde con acusaciones de odio
Desde Moscú no han tardado en responder a esta iniciativa que la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha calificado como "simple robo y vandalismo". Maria Zakharova anuncia que su país responderá si Occidente sigue adelante con la confiscación de activos rusos.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también ha cargado contra la UE, criticando que la doble moral de los 27. Asegura que "los europeos son muy conscientes del daño que tales decisiones pueden causar a su economía, su imagen y su reputación como garantes de la inviolabilidad de la propiedad. Las personas que participen en la toma de tales decisiones, los estados que lo decidan, por supuesto, serán objeto de persecución judicial durante décadas".
La situación en el campo de batalla sigue siendo límite. El ejército de Kiev necesita urgentemente más envíos de material desde Occidente, así que cualquier ayuda es bienvenida.
Josep Borrell advierte de las consecuencias de no reaccionar a tiempo. Asegura que "si Ucrania levantara la bandera blanca y se rindiera, se instalaría un gobierno marioneta en Kiev, el ejército ruso estaría en nuestras fronteras y estoy seguro de que no se detendría ahí".
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