Una uruguaya llevará una pulsera electrónica para que no pueda golpear a su expareja

Una mujer uruguaya con graves antecedentes de violencia doméstica debe llevar desde esta semana un brazalete electrónico para evitar que se acerque a su expareja y prevenir eventuales nuevas agresiones. El caso es uno de los primeros cinco dispuestos por la Justicia en un plan piloto impulsado de manera conjunta con el Ministerio del Interior y que acaba de cumplir su primer mes de aplicación. En los otros cuatro casos los brazaletes fueron colocados a hombres para evitar que se acerquen a sus exmujeres.

"El plan es un modelo español y tomamos el ejemplo del que se aplica en Barcelona", han señalado fuentes del Ministerio del Interior, quienes han explicado que "por ahora" abarca únicamente a Montevideo, donde reside la mitad de los 3,3 millones de habitantes del país.

El sistema consiste en colocar un brazalete y un rastreador al agresor y entregar a la víctima "una especie de teléfono portátil". Si el agresor o agresora se acerca a menos de mil metros de su víctima recibe un primer aviso y si lo ignora se encienden las alarmas y la policía recibe un aviso electrónico para intervenir de forma inmediata.

La idea es que en los próximos meses, una vez superado el período de prueba, el sistema sea aplicado en todo el país como forma de una lucha más efectiva contra la violencia doméstica. Según cifras oficiales, en 2012 fueron asesinadas 45 mujeres en casos de violencia doméstica en Uruguay y a diario se registran 47 denuncias, la mayoría de ellas contra exparejas o familiares.