Varios testigos fingieron estar muertos para sobrevivir a la masacre de Utoya

En la única imagen que se dispone del terrible momento, se observa al asesino rodeado de sus víctimas. En el suelo, se pueden contar hasta siete cadáveres. 

El asesino, que llegó vestido con un uniforme de la policía, dijo que iba a informarles sobre las bombas de Oslo, pero en vez de hablar, sacó un arma y empezó a disparar indiscriminadamente mientras gritaba: “Todos tenéis que morir”. 

Los jovenes, aterrorizados, incluso huyen de los policías auténticos, que intentan rescatarlos. Mientras tanto, el sospechoso era detenido y la policía encontró luego en su furgoneta material explosivo.

"La gente saltaba por las ventanas y corría en todas direcciones aterrorizados por sus vidas. La gente saltaba al agua tratando de nadar hasta la orilla. Yo creo que varios perdieron la vida cuando intentaron alcanzar tierra firme", asegura otro joven.

"Le dijo a la gente que se pusieran juntos, se acercó a ellos y empezó a dispararles", afirma otra superviviente."Parece una pesadilla. Yo todavía no me creo que sea cierto", afirma.   

"El hombre iba vestido como un policía y aseguraba que nos podía prestar algún tipo de ayuda. Tenía un rifle o pistola y empezó a dispararnos", relataba un testigo. "Hay quien se quedó paralizado. Yo vi a personas que estaban siendo abatidas", añade.