La superviviente del Holocausto Eva Kor, de 81 años, perdonó con un abrazo a uno de los soldados de las SS cuando lo vio frente a frente en el juicio que se celebra en su contra por su participación en la masacre de Auschwitz.
Como publica Daily Mail, Oskar Groening, de 91 años, se sorprendió con el gesto de la anciana que había sido víctima, junto a su hermana gemela, de los terribles experimentos con humanos de Josef Mengele en el campo de concentración. Allí, el 'Contable de Auschwit', como se le conocía, se encargaba de recoger y contabilizar los bienes de los cientos de judíos que llegaban en vagones de ganado.
Ella lo abrazó, le dio las gracias, le tendió la mano y le perdonó. Él le sonrió, le dio un beso en la mejilla y escuchó las palabras de la señora Kor quien afirmó que Groening estaba tan abrumado por su gesto inesperado que se desmayó.
La renconciliación fue criticada por otras víctimas y sus familias, que incluso la llamaron traidora, a lo que ella respondió: "Mientras entendamos que mi perdón es porque como víctima tengo derecho a ser libre y no puede ser libre de lo nos ha pasado, a menos que retire de mi hombro la carga diaria del dolor, la ira y perdone a los nazis - no porque se lo merecen, sino porque me lo merezco". Agregó que ella es una mujer victoriosa que ha sido capaz de superar el dolor y de perdonarlos.
Al preguntarle por qué lo había abrazado, aseguró que no había sido planeado y que quería darle las gracias por tener un poco de decencia humana en aceptar la responsabilidad de lo que ha hecho."Siempre estuve interesada en vernos cara a cara, porque creo que hay una interacción humana que yo ni nadie puedoe predecir".
Groening niega ser cómplice en el asesinato de al menos 300.000 judios en Auschwitz., pero ha pedido perdón por lo que él llamó su "culpabilidad moral". Kar lo instó a a pasar sus últimos días aprendiendo sobre lo malo del nazismo. En una entrevista de la BBC Radio 4 Today ella dijo: "Él tiene 93 años. Ponerlo en la cárcel es absurdo. Pero él puede hacer algo bueno ".
La señora Kor viajó más de 4.000 millas desde su casa en Indiana, Estados Unidos, a la audiencia en Lüneburg, Alemania.
Fue en el campamento que los diez años de edad, Eva y su hermana gemela Miriam fueron seleccionadas por Mengele para sus experimentos genéticos grotescos. "Ser elegido no significaba que a la persona se le fuera a asegurar la vida, pero significaba que no serían llevadas inmediatamente a la cámara de gas ".
Ella dijo lo que tenía que mantenerse con vida por el bien de su hermana gemela. Sabía que si había muerto, sería sentenciar eficazmente a su hermana a la muerte - uno de los gemelos sin el otro habría sido inútil para los experimentos.
A Miriam le falló un riñón en 1987 y posteriormente murió aunque Eva le había donado uno de los suyos. Aún no saben que les inyectaban en esos laboratorios porque los archivos han desaparecido.