Pasan horas hasta que se informa del accidente. A los 33 hombres a los que el derrumbe ha atrapado en el interior de la mina se les da por desaparecidos.
Las posibilidades de hallar con vida a alguien son casi nulas a pesar de todo se inician las labores de rescate.
Pasan 17 días, una sonda llega a 688 metros de profundidad. A medio día, por esa misa sonda llega un mensaje en forma de esperanza. Se aprovecha el conducto para hacer llegar a los mineros comida y medicamento... Hay que sacarles con vida.... llegan sus familiares y amigos... el campamento es bautizado como ESPERANZA... Decenas de medios de comunicación de todo el mundo se instalan también allí.
El 25 de agosto les oímos y dos días mas tardes les vimos. Algunos de ellos están más delgados, pero siguen con el animo intacto. La tecnología hace incluso que puedan ver un partido de la selección chilena y celebrar el bicentenario....
A mediados de septiembre llega una nueva máquina perforadora que poco a poco se acerca hasta donde se encuentran los mineros. Se diseña una cápsula de nombre Fénix, hasta miembros especializados de la NASA participan en la operación SAN LORENZO. A uno de los mineros le espera su hija recién nacida fuera. La iban a llamar Carolina... ahora será bautizada con el nombre de Esperanza.
El 17 de septiembre el rescate parece una realidad, la perforadora ha llegado al nivel donde se encuentran los mineros. 69 DÍAS , 1,656 HORAS , 99.360 minutos después estos hombres recuperan poco a poco sus vidas. Han conseguido dos record: ser los que más tiempo han soportado bajo tierra y vivir para contarlo.
