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EN LA INDIA
El video de Anita y Sonia, las niñas operadas de la vista que ven por primera vez
Como les ocurre a casi 200.000 niños que viven en países en vías de desarrollo, la ceguera se convierte a menudo en sinónimo de exclusión social y pobreza, viéndose obligados en muchos casos a mendigar.
La ceguera no siempre es irreversible, e incluso en algunos casos se puede tratar con una sencilla operación, pero por desgracia, no todo el mundo puede permitírsela. Gracias a una asociación, dos hermanas indias han tenido la suerte de someterse a esta intervención y ver con sus propios ojos a su familia y el mundo que les rodea.
Anita y Sonia son dos niñas de la India que nacieron con cataratas en los ojos, lo que les ha impedido ver durante toda su vida. Como les ocurre a casi 200.000 niños que viven en países en vías de desarrollo, la ceguera se convierte a menudo en sinónimo de exclusión social y pobreza, viéndose obligados en muchos casos a mendigar.
Sin embargo, muchos de ellos podrían ver revertida su ceguera gracias a una operación muy simple que se realiza en quince minutos y que cuesta 230€. Una suma que, para nosotros, puede ser muy baja, pero que para los modestos sueldos de los padres de Anita y Sonia era inalcanzable.
La ONG 20/20/20, que tiene como objetivo conseguir una vista perfecta (20/20) para 20 millones de personas ciegas en todo el mundo, pudo operar a las hermanas.
En un vídeo realizado por Blue Chalk Media con el fin de sensibilizar al público sobre este tema, hemos podido ser testigos del día a día de estas dos niñas y de la tristeza de sus padres por no poder permitirse esta operación.
“Incluso trabajando día y noche, no puedo pagar la operación”, contaba el padre en la víspera del gran día. “Después de la operación, por fin podrán verme”, explicaba la madre, muy emocionada.
En la clínica, Anita y Sonia fueron anestesiadas y, después, introdujeron en sus ojos una lentilla de solo unos milímetros. Además, la operación no requería de puntos de sutura, y solo necesitaban recuperarse unas cuantas horas. De esta forma, poco después de ser operadas las dos niñas pudieron ver por primera vez.
A la vez sorprendidas, encantadas y sin palabras, una vez que les retiraron las vendas, Anita y Sonia pudieron ver el rostro de sus padres por primera vez y un mundo entero por descubrir.
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