Por segundo día consecutivo, Belfast arde con los violentos enfrentamientos que se suceden entre católicos y protestantes. Según la policía, un fotógrafo ha resultado herido de bala y otras dos personas sufrieron quemaduras después de que un grupo de manifestantes lanzara bombas de gasolina a las fuerzas policiales.
Los agentes, por su parte, dispararon pelotas de goma y botes de humo en unos enfrentamientos que ya se han calificado como "los peores en décadas".
La violencia se ha desatado en la temporada en la que los protestantes celebran desfiles anuales para conmemorar las victorias británicas, y su deseo de seguir siendo parte del Reino Unido. Frente a ellos, el colectivo de católicos que defiende lo contrario y que considera las marchas "una provocación".