El nerviosismo sobre una posible expansión del ébola en América impidió a un crucero en el que viajaba una mujer que estuvo en contacto con la primera víctima mortal del virus en Estados Unidos atracar en dos de sus escalas: Belice y México. El barco ya se encuentra de camino a Galveston (Texas), después de haber recibido la negativa para atracar en los destinos mencionados, aunque las autoridades proporcionaron versiones contradictorias sobre las razones que llevaron al crucero a regresar.
La alerta sanitaria se emitió en Belice, donde al crucero se le negó el permiso para llegar a tierra, después de que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) detectaran que una de las pasajeras era una técnica de laboratorio del hospital donde se trató a la primera víctima mortal del ébola en EEUU. Después, a su llegada a la isla de Cozumel (México), programada a las 06.30 hora local (11.30 GMT), el barco tampoco obtuvo el permiso de las autoridades mexicanas,.
La mujer pidió por propia voluntad ser aislada de manera preventiva, aunque "no presentaba ningún síntoma de la enfermedad", afirmó el director de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, Erce Barrón. En el crucero, que inició en la localidad de Galveston su recorrido por el Caribe el pasado 12 de octubre, viajan 4.633 personas, de los cuales 3.652 son turistas.
Según aseguró la compañía en un comunicado, la pasajera, que manejó muestras de orina de Thomas Eric Duncan, fallecido el pasado día 8 en EEUU, "no supone ningún riesgo para las personas o la tripulación a bordo". De la misma forma, Carnival negó que la mujer mostrara signos de infección, y aportó que han pasado 19 días desde que trabajara con las muestras. La portavoz adjunta del Departamento de Estado de EEUU, Marie Harf, confirmó que el barco se encuentra actualmente de camino a tierras estadounidenses.
Contradicciones en las explicaciones de EEUU y México
Sin embargo, apuntó que son dos los ciudadanos los que están aislados por un posible contagio, la mencionada pasajera y su acompañante. Estados Unidos, sostuvo Harf, intentó que ambos sujetos fueran repatriados en su escala en Belice, pero el Gobierno local no lo permitió. El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Pablo Kuri, aseguró esta tarde en un encuentro con la prensa que las autoridades mexicanas nunca negaron el permiso al crucero para que entrara en el país.
"La decisión de no atracar fue del propio barco", subrayó, antes de decir que el regreso de la embarcación fue motivada por la "inquietud" vivida a bordo. En sus declaraciones, Kuri se refirió en todo momento a que había una única persona aislada, la técnica de laboratorio. Asimismo, el subsecretario sostuvo que, según el protocolo establecido, en México "solo habría sospecha" de un posible caso de ébola en el caso de que se hablase de personas llegadas, exclusivamente, de Liberia, Guinea o Sierra Leona.
Para estos tres países no se ha impuesto ninguna restricción de viaje y solo se han hecho "recomendaciones". Tampoco sería calificado como "sospechoso" alguien que viniera de EEUU o España, donde se han dado casos de contagio. En ambos países, el número de enfermos ha sido reducido y están "muy bien localizados", argumentó Kuri, recordando que para que el virus se propague "hay que estar en estrecho contacto directo" con las víctimas.