En muchas ciudades de todo el mundo se han podido ver imágenes de calles desiertas en la última noche del 2020 a causa de las restricciones por la pandemia del coronavirus. En cambio, un año después de que China comunicase a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la detección de una rara neumonía en la ciudad de Wuhan, la ciudad hace casi vida normal.
De hecho, en las últimas horas del año, se ha podido ver a una pareja que se hace fotos de boda frente al río Yantsé mientras decenas de personas toman el ferry al salir del trabajo. Asimismo, se ha podido ver una sala de conciertos abarrotada de jóvenes. En el barrio de Luxiang, donde se ubican varias facultades como la de Ciencia y Tecnología, unas 300 personas llenaron la sala Vox para escuchar a un grupo local, Happy Wheel, la mayoría de los asistentes adolescentes y estudiantes universitarios.
Algunos de ellos llevaban mascarilla, pero otros deciden no ponérsela: "No hay casos ya en Wuhan, no hace falta. Pero mucha gente la lleva por precaución, porque si algo nos ha enseñado el virus es que no te puedes confiar. En Wuhan no queremos volver a meter la pata", señaló Xue, uno de los jóvenes que asistieron al concierto.
Homenaje al doctor que alertó de la pandemia del coronavirus
En dicho concierto se proyectaron en una pantalla caracteres chinos con la biografía de Li Wenliang, el oftalmólogo que fue reprendido por la Policía local tras alertar a sus compañeros que en el hospital donde trabajaba había un grupo de enfermos con síntomas de una neumonía similar a la del SARS.
Éste fue amonestado por "propagar rumores" y fue obligado a firmar una carta en la que reconocía su "error". Más tarde, Li contrajo el virus y falleció a principios de febrero, lo que desató una oleada de homenajes y críticas en las redes sociales chinas por la actuación de las autoridades.