El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) ha irrumpido en el museo de la ciudad monumental siria de Palmira, aunque su contenido más valioso fue sacado por las autoridades antes de que los yihadistas tomaran el control de la localidad el miércoles, informó hoy a Efe una fuente oficial.
El director general de Antigüedades y Museos de Siria, Maamún Abdelkarim, dijo por teléfono que lo único que los radicales han destrozado han sido algunas réplicas de estatuas hechas de escayola.
Abdelkarim afirmó que los extremistas han colocado a sus propios guardias en la entrada del centro. El responsable agregó que "el Estado Islámico ha colocado su bandera en lo alto de la ciudadela" de Fajr Edin al Maani del siglo XIII d.C., que se eleva sobre un monte desde el que se divisa la urbe, situada en el este de la provincia central siria de Homs.
En cuanto a las ruinas, que se encuentran al suroeste de la parte moderna, "no hemos detectado movimiento en su interior", apuntó Abdelkarim, quien, no obstante, manifestó su inquietud por el futuro de este sitio arqueológico sobre el que se cierne "una gran amenaza".
"La comunidad internacional no haya hecho nada para impedir la entrada del Estado Islámico en Palmira"
El director de las Antigüedades sirias lamentó que "la comunidad internacional no haya hecho nada para impedir la entrada del Estado Islámico en Palmira", pese a los llamamientos de las autoridades del país árabe.
Explicó que actualmente su departamento mantiene contacto con la "comunidad local", arqueólogos y trabajadores del sector que permanecen en Palmira para seguir los movimientos del Estado Islámico en la zona.
Las ruinas de esta localidad son uno de los seis sitios sirios incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y que también están en su lista de Lugares en Peligro.
Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
Antes del inicio de la contienda en el país, en marzo de 2011, sus ruinas eran una de las principales atracciones turísticas del Estado árabe y de la región.