Nord Stream

Zelenski habría autorizado el sabotaje del gasoducto Nord Stream, según el Wall Street Journal

La autoría de la explosión ha sido incierta, aunque nuevas informaciones acusan a Kiev de desarrollar el plan durante el primer año de guerra en Ucrania.

Superficie del mar Báltico después del ataque al gaseoducto Nord Stream

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La autoría del ataque al gasoducto Nord Stream de septiembre del 2022 no ha estado del todo clara durante todo este tiempo. Es uno de los episodios más convulsos que se vivieron durante el primer año de guerra en Ucrania. Cabe recordar que Rusia transportaba gas a Alemania a través de estas vías del mar Báltico, que terminaron destruyéndose. Hoy, el tabloide digital 'The Wall Street Journal' ha publicado una información que puede ser clave para conocer quién está detrás del ataque que avivó la llama entre Kiev y Moscú.

"La verdadera historia del sabotaje"

El medio asegura que se trató de una operación ucraniana financiada por empresarios privados y ejecutada por un grupo de buceadores militares y civiles. Y matizan: Volodímir Zelenski habría autorizado el ataque unos días después de que el general Valery Zaluzhni -comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas- hubiera liderado el plan. Estas informaciones llegan justo un día después de conocerse que Alemania pide a Polonia la detención de un instructor de buceo ucraniano que supuestamente habría formado parte del equipo que hizo estallar el gasoducto.

El reportaje del diario estadounidense, titulado "Una noche de borrachera en un yate alquilado: la verdadera historia del sabotaje al oleoducto Nord Stream", narra que la idea del ataque se fraguó en una noche de mayo del 2022, durante una cena entre altos cargos militares y empresarios ucranianos que celebraban el éxito de su país a la hora de detener la invasión rusa. "Animado por el alcohol y el fervor patriótico, alguien sugirió un siguiente paso radical: destruir Nord Stream", señala el artículo.

Estados Unidos pidió a Ucrania que paralizase el plan

Siempre citando las mismas fuentes, se cree que Washington tuvo conocimiento de la iniciativa de Ucrania. Le habrían pedido a Zelenski y a Zaluzhni que abortasen la iniciativa, pero no hicieron caso y siguieron adelante.

Varios empresarios privados financiaron la operación que realizó un equipo de seis personas que navegaban a bordo del Andrómeda, un yate de recreo de 15 metros que habrían alquilado en Alemania. Cuatro buzos civiles y una mujer estaban dentro de la embarcación. La presencia de esta última es la que "ayudó a crear la ilusión de que se trataba de un grupo de amigos en un crucero de placer".

La destrucción del gasoducto costó unos 300.000 dólares

La iniciativa para destruir el gasoducto costó unos 300.000 dólares y fue vigilado por un general en funciones con experiencia en operaciones especiales que reportaba a Valeriy Zluzhniy. Este habló con uno de los participantes y tres personas que tenían conocimiento de la operación.

"La CIA advirtió a la oficina de Zelenski que detuviera la operación, dijeron funcionarios estadounidenses. El presidente ucraniano ordenó entonces a Zaluzhniy que la detuviera, según oficiales y funcionarios ucranianos familiarizados con la conversación, así como funcionarios de inteligencia occidentales. Pero el general ignoró la orden y su equipo modificó el plan original, dijeron estas personas", explican en el mismo reportaje.

En el barco, cargaban equipos de submarinismo, un sonar portátil, aparatos de navegación por satélite y mapas elaborados a partir de fuentes abiertas sobre el trazado de los gasoductos. El explosivo que se empleó fue el HMX, conectado a detonadores de tiempo, que los buceadores habrían colocado trabajando en parejas. La cantidad utilizada habría sido menor de lo que se habría pensado al ejecutar el plan, porque incluso una pequeña explosión habría sido suficiente para quebrar unas tuberías sometidas a una gran presión.

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