Oruga procesionaria

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SON la segunda causa de destrucción de los pinares españoles

Alertan de un adelanto de la plaga de orugas por las "temperaturas primaverales" que afecta "tremendamente" a la salud

Este tipo de orugas puede encontrarse en áreas urbanas, en parques, jardines, colegios, urbanizaciones y áreas residenciales donde haya presencia de pinos y otras especies arbóreas como cedros y abetos. El contacto con esta especie puede generar desde dermatitis a lesiones oculares.

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) ha advertido sobre la aparición "prematura" de la procesionaria del pino (tipo de oruga), un fenómeno "tremendamente dañino" para la salud con presencia en todo el territorio peninsular y Baleares, debido a las " temperaturas primaverales, en pleno mes de enero".

Según aseguran desde la entidad, la 'Thaumetopoea pityocampa' es una especie que constituye la segunda causa de destrucción de los pinares españoles, solo por detrás de los incendios forestales, con el consiguiente impacto que esto conlleva a nivel económico, medioambiental y de salud.

Su aparición suele darse "cada año en primavera, cuando el invierno comienza a ceder y el termómetro", a subir. Sin embargo, su presencia se adelanta cuando las temperaturas "aumentan antes de lo previsto". Además de en pinares, este tipo de orugas, que se desplazan en hilera como si se tratara de una procesión (de ahí su nombre), puede encontrarse también en áreas urbanas, en parques, jardines, colegios, urbanizaciones y áreas residenciales donde haya presencia de pinos y otras especies arbóreas como cedros y abetos.

Por este motivo, la directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta, recuerda la importancia de "prestar especial atención a las zonas transitadas por niños", y recomiendan "a los adultos que eviten el posible contacto de los más pequeños con las orugas en parques y jardines o zonas de recreo".

El contacto con esta especie puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas, ya que en caso contacto directo con la oruga su pelo se clava en la piel liberando un producto tóxico que provoca la liberación de histamina en la persona afectada y con ello la reacción alérgica, han explican desde Anecpla.

Desde la asociación ponen como remedio sistematizar los tratamientos de control y prevención de esta especie, como la destrucción de bolsones, tratamientos con insecticidas, empleo de trampas de feromonas o la instalación de barreras físicas.

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