En 2010 se adelantaron unos 2.000 partos por razones no médicas para cobrar el cheque-bebé

Es mucha casualidad. Si habitualmente a finales y principio de año en diciembre se tiene un 50% de los bebés y en enero el otro 50%, al terminar el año 2010 justo un mes antes de que se cancelara la ayuda del cheque-bebé, se pasaron a tener un 56% en diciembre y un 44% en enero.

Lo ha demostrado un estudio publicado por la revista 'Journal of the European Economic Association' y elaborado por la profesora del departamento de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu i Fabra, Libertad González; y las investigadoras Cristina Iborra, de la Universidad de Sevilla, y Almudena Sevilla, del University College de Londres.

En total unos 2000 nacimientos avanzados por razones no médicas para poder llegar a cobrar los 2500 euros que daba el Estado por cada bebé nacido. Una ayuda que iba a ser cancelada desde enero de 2011. El adelanto de los partos supuso que los bebés pesaran menos al nacer, entre 130 y 300 gramos, y que tuvieran un 20 % más de hospitalizaciones, especialmente por afecciones respiratorias, a pesar de que los efectos negativos en su salud se disiparon a partir del segundo mes de vida.

Según el estudio el perfil de las personas que aprovecharon esta situación "fueron, en mayor medida, las que tenían estudios universitarios, mujeres de nacionalidad española y en provincias con una mayor presencia de la red de hospitales privados".

El estudio se basa en datos administrativos sobre nacimientos y los ingresos hospitalarios de todos los niños nacidos en España entre los años 2000 y 2013. Para calcular la cantidad de partos avanzados, se comparó la cantidad de nacimientos que se produjeron hacia finales de diciembre de 2010 y principios de enero de 2011, usando los años anteriores y posteriores como referencia.

Los bebés nacidos antes de tiempo por la cancelación del cheque bebé tuvieron tasas de hospitalización más altas durante los dos primeros meses de vida, según el estudio, pero las investigadoras han precisado que la proporción de bebés con pesos bajos no aumentó.

No obstante, las investigadoras han razonado que "habría sido conveniente que la cancelación del cheque-bebé no hubiese sido tan abrupta sino que se hubiese hecho, por ejemplo, una reducción progresiva de la ayuda a lo largo de los meses"