Salud
Así es Carolyn Hartz, la influencer de 70 años que lleva tres décadas sin probar nada de azúcar
La empresaria e 'influencer' saltó a la fama tras publicar sus recetas sin azúcar. Ahora, a sus 70 años, presume de no consumir nada de este producto.
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¿Se imaginan un vida sin absolutamente nada de azúcar? Aunque es difícil, no es imposible. Carolyn Hartz es un claro ejemplo de ello. La ahora 'influencer' y empresaria de 70 años saltó a la fama hace varios años tras publicar sus recetas libres de este dulce y explicar que lleva más de tres décadas sin consumir azúcar. Nada de nada.
En la actualidad, Hartz cuenta con más de 60.000 seguidores en su cuenta oficial de Instagram, donde muestra a diario que una vida sin azúcar, con una dieta baja en calorías pero saludable, es completamente posible.
Aunque su historia se ha dado a conocer especialmente en estos últimos años, la mujer lleva 30 sin ingerir cualquier tipo de azúcar, sustituida en este caso por xilitol, un edulcorante naturalque se extrae de algunas plantas como el xilano.
La prediabetes, el origen de todo
El motivo que llevó a tomar esta decisión no fue un capricho, sino más bien un diagnóstico médico: la prediabetes hizo que cambiase radicalmente su vida y optase por prescindir diariamente de la gran cantidad de dulces que consumía.
En un principio, reconoce Carolyn, no fue nada fácil, aunque ahora se muestra feliz de todo el largo proceso. Actualmente, a sus 70 años, está en forma y reconoce que una de las claves es comer proteínas en cada comida, especialmente en el desayuno.
"Muchas mujeres mayores de 50 años piensan que no es posible mantener una forma y peso razonables cuando se supera esa edad", aseguraba en una entrevista la 'influencer'. "Sabemos que nuestro metabolismo se ralentiza a medida que envejecemos, y eso significa que tenemos que tomar el control y tomar decisiones más saludables y trabajar un poco más".
Además de la alimentación, Hartz comparte a través de sus redes sociales, su canal de difusión, consejos sobre ejercicios, meditación o incluso yoga que, asegura, son buenos para el desarrollo personal y vital.
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