Coronavirus

3 síntomas poco habituales del COVID-19 que pueden parecer otros virus

Fiebre, tos o dolor de cabeza son los principales síntomas del COVID-19. Algunos de los más desconocidos pueden afectar a la piel, el pelo o las uñas. Estos son los síntomas más raros de la enfermedad.

Caída de pelo

Caída de pelo iStock

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Fiebre, tos, fatiga, dolor de cabeza o pérdida del sentido del gusto y el olfato. Esas son las principales señales de que nos hemos contagiado de COVID-19. Después de más de dos años de pandemia seguimos descubriendo nuevos síntomas de esta enfermedad. Algunos de los más desconocidos pueden afectar a la piel, al pelo o las uñas. Te explicamos cómo detectarlos durante o después de sufrir la infección.

Lesiones en la piel

Las lesiones cutáneas son las más visibles. Pérdida de color en la piel, en las uñas o en los labios. En algunos casos se pueden llegar a adquirir una tonalidad grisácea o azulada. Así se desprende de los datos del Centro Estadounidense para el Control y Prevención de Enfermedades. Síntomas que suelen asociarse a otros síntomas como erupciones, sarpullido o urticaria, y que “se dan en las manos y las plantas de los pies”, según el estudio ZOE COVID.

Uñas COVID

Un pequeño número de pacientes sufre las conocidas como “uñas COVID”. Aparecen descoloridas o deformes varias semanas después de dar positivo. Así lo publica el medio Science Alert, "es un patrón de media luna roja que forma una banda convexa sobre el área blanca en la base de las uñas". De momento se trata de algo muy poco frecuente, se han reportado múltiples casos, pero no muchos. Todavía no se sabe bien el origen, pero según el estudio, una posible causa podría ser el daño de los vasos sanguíneos asociado al propio virus.

Caída exagerada del pelo

Aunque no se trata de uno de los efectos más graves del COVID-19, la caída exagerada del pelo puede ser una de sus secuelas. Numerosos estudios señalan que muchos pacientes de coronavirus sufren una caída masiva de cabello. Lo notan ya en las consultas médicas. Les pasa al 25%-30% de las personas, y sobre todo, entre 2 y 4 meses después de pasar la enfermedad. Pero no hay que alarmarse, según el Instituto de Dermatología Avanzada “la buena noticia es que dura un periodo limitado en el tiempo y es reversible”, por lo que en la gran mayoría de los casos el pelo perdido vuelve a crecer.

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