Según los últimos datos, la gripe se ha intensificado en 13 comunidades autonómas y en 9 de ellas ha alcanzado el nivel de epidemia, es decir, ha afectado a cerca de 160 habitantes por cada 100.000. Esto se ha dado en Aragón, Asturias, Baleares, Cataluña, Madrid, Navarra, País Vasco, La Rioja y Castilla y León.
De momento, los expertos señalan que estos parámetros son normales. Es más, todos indican que en esta época suele haber un repunte de gripe y por eso hay más episodios de la misma, por lo que todos los datos entran dentro de lo normal y no habría que alarmarse por ello.
Los llamados grupos de riesgo deben vacunarse, tales como personas mayores de 65, embarazadas y adultos con otras patologías cardio respiratorias. En estos casos la gripe puede complicarse.
La higiene también es imprescindible, ya que durante el invierno hay que lavarse las manos con frecuencia si aparecen los síntomas. "Es importantísimo que no nos automediquemos y que no utilicemos antibióticos, pues no sirven para las infecciones virales", asegura el médico Alberto Sacristán.
"Estos no sirven para tratar la gripe. Los síntomas de gripe son los de un cuadro con fiebre, o un cuadro de congestión, con tos con dolor muscular. Entonces habría que acudir al médico".
Según Sanidad, en un año de actividad gripal normal, en las peores semanas pueden registrarse entre 3 mil y 4 mil casos. Durante las próximas semanas la tasa continuará aumentando pero lo hará solo hasta principios del mes de febrero, donde está previsto que alcance sus niveles máximos.
Síntomas similares a una gripe normal
Los síntomas de una gripe y una gripe A son similares pero por ejemplo en la gripe A la subida de fiebre suele ser más repentina, y la tos y el dolor muscular más intensos.
La congestión nasal, sin embargo, suele está más presente en la gripe común. La duración también es distinta, la gripe común puede prolongarse hasta 15 días mientras que la gripe A dura entre 3 y 7 días. Otra diferencia es que la gripe A se propaga, se contagía más rápido que la común.
Las vacunas actuales protegen de ambos virus. Según las autoridades sanitarias, hay que hablar de alerta pero no de alarma, ya que los parámetros continúan siendo normales. Los médicos insisten en prevenir para evitar los contagios.