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AFECTA A UN 16% DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
Cinco consejos para prevenir o reducir los síntomas de la artrosis
La artrosis es una patología reumática que afecta a un 16% de la población en España. Se desconocen las causas de esta enfermedad que se caracteriza por la rigidez, dolor e inflamación de las articulaciones, pero la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), ha publicado algunos consejos para prevenir o retrasar los síntomas de esta enfermedad.
La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente en España, afecta al 16% de la población y, aunque es irreversible, puede tratarse para frenar su avance y prevenirla con la adopción de una serie de medidas higiénico-dietéticas.
Esta patología se caracteriza por la rigidez, dolor e inflamación de las articulaciones, de forma que los síntomas suelen mejorar con el reposo y empeorar con el movimiento. Además, uno de los problemas más importantes que provoca esta enfermedad es que pueden originarse deformaciones en las rodillas, manos, cadera y espalda.
Las causas de esta enfermedad son desconocidas, pero se sabe que el exceso de peso, el envejecimiento, la génetica y los golpes y lesiones favorecen su aparición, la cual se origina cuando los cartílagos que protegen los extremos de los huesos se desgastan.
Aquí os mostramos algunos consejos publicados por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) para prevenir la aparición de esta enferdad, o mejorar la calidad de vida de los pacientes:
Dieta sana: realizar cinco comidas al día, entre las que se incluyen frutas, verduras, legumbres, hidratos de carbono, etc. Es muy importante tener una dieta adecuada para prevenir aumentos de peso y tener suficiente aporte de vitaminas. El sobrepeso y la obesidad son los principales factores de riesgo de esta enfermedad, por ello es importante mantener un peso adecuado.
Cambiar de postura: mantener una postura adecuada es importante para que no aparezcan lesiones que pueden desembocar en esta enfermedad. Además así se evitarán además dolores innecesarios que aparecen al tener una postura incorrecta. También es importante no permanecer en la misma postura durante mucho tiempo y no sobrecargar las articulaciones.
Dormir en una cama dura: utilizar sillas altas de respaldo y evitar aquellos sillones o colchones bajos y hundidos que provocan una mala postura. De esta manera se retardará la aparición de la enfermedad o se moderará su progresión.
Ejercicio moderado: practicar ejercicio con regularidad aumentará la fuerza de los músculos, protegiendo así las articulaciones, lo que ayuda a pacientes a reducir molestias. Sin embargo, se deben evitar aquellos deportes de contacto, sobrecarga o de mucho impacto para las articulaciones, ya que pueden suponer un riesgo.
Aplicación de calor en las zonas afectadas: mediante una manta eléctrica o bolsas de agua caliente se puede aplicar calor en las articulaciones cuando se sientan molestias. En ocasiones se puede utilizar el frío local con bolsas de hielo o baños fríos para mejorar algunos brotes inflamatorios que puedan aparecer.
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