Cáncer

Comer mal favorece al cáncer: una dieta alta en grasas acelera la metástasis en cáncer de mama

Un nuevo estudio liderado por el CNIO y publicado en 'Nature Communications' revela cómo la obesidad y la activación de plaquetas contribuyen a crear un entorno favorable para la metástasis pulmonar en casos de cáncer de mama triple negativo, una de las formas más agresivas de la enfermedad.

Reproducción de células cancerosas

Reproducción de células cancerosasiStock

Publicidad

Una dieta alta en grasas conlleva un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y de que el tumor se disemine a otros órganos, lo que se conoce como metástasis. Sin embargo, todavía no se conocen las causas exactas de esta asociación.

Ahoa, un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y dirigido por Héctor Peinado, jefe del Grupo de Microambiente y Metástasis del CNIO, ha aportado nuevos datos que han sido publicados en 'Nature Communications'.

El estudio se realizó en ratones con cáncer de mama triple negativo que desarrolla metástasis en el pulmón. La metástasis es el proceso por el cual las células cancerosas se diseminan desde el lugar donde se originó el cáncer —el tumor primario— hacia otras partes del cuerpo, formando nuevos tumores secundarios o metastásicos.

Formación de nichos pre-metastásicos

En ocasiones, el tumor primario envía previamente moléculas que modifican el órgano de destino y preparan un entorno favorable, similar a un nido, que recibe a las células tumorales. Este entorno se conoce como nicho premetastásico, en el cual la célula tumoral puede adherirse y desarrollar metástasis.

Este estudio logró mostrar que, en los animales obesos alimentados con una dieta alta en grasas, se producían cambios que facilitaban la creación de ese nicho, debido a un aumento en la activación plaquetaria y en la capacidad de coagulación de la sangre.

Hasta ahora, se sabía que la obesidad fomenta la coagulación sanguínea, lo que implica un estado de hiperactivación plaquetaria.

Marta Hergueta, investigadora del CNIO y primera autora del trabajo, explicó que en los ratones alimentados con muchas grasas, las plaquetas ya estaban preactivadas incluso antes de que llegara una célula tumoral.

Estas plaquetas se agregan rápidamente alrededor de las células tumorales cuando estas entran en el torrente sanguíneo, formando una especie de escudo protector que impide que las células inmunes, como los linfocitos NK, las reconozcan y destruyan.

El estudio también demuestra que, en ratones alimentados con dieta alta en grasas (HFD), las plaquetas y las células endoteliales muestran sobreexpresión de fibronectina (FN), una proteína clave que facilita la adhesión de células tumorales al endotelio pulmonar.

La fibronectina es una glicoproteína de la matriz extracelular que participa en la división celular, la migración, la proliferación celular y la reparación de tejidos.

En condiciones normales, la FN contribuye al mantenimiento de la arquitectura vascular. Sin embargo, cuando su expresión se desregula, puede facilitar procesos patológicos, incluyendo la metástasis tumoral.

La sobreexpresión de FN favorece la "anidación" de células tumorales en los pulmones, creando un entorno pro-metastásico antes incluso de que el tumor llegue: un nicho premetastásico. Este entorno no se presenta en ratones con dieta normal, lo que resalta el impacto directo de la alimentación en la progresión del cáncer.

Estudio en humanos

Para validar si los hallazgos observados en modelos animales también se reflejan en humanos, el estudio incluyó la participación de la Unidad de Investigación Clínica del Cáncer de Mama del CNIO, que analizó muestras de sangre de 82 pacientes con cáncer de mama triple negativo. Estas muestras fueron recolectadas antes de la cirugía, tras recibir el tratamiento con quimioterapia.

Aunque en modelos animales la obesidad sí aumentaba la metástasis, en pacientes humanos no se pudo establecer una relación directa entre un índice de masa corporal (IMC) elevado y un mayor riesgo de recaída. Sin embargo, sí se comprobó que las pacientes con mayor actividad de coagulación —específicamente, con menor tiempo de protrombina— presentaban un mayor riesgo de recaída a cinco años.

Estos hallazgos "podrían ayudar a identificar factores adicionales de riesgo en pacientes con cáncer de mama en tratamiento, contribuyendo a un mejor manejo clínico de la enfermedad", señala Peinado.

Una dieta sana es clave

Los investigadores también demostraron que modificar la dieta puede reducir significativamente la metástasis en modelos animales de cáncer de mama triple negativo, un tipo especialmente agresivo de tumor.

Interrumpieron la dieta alta en grasas en ratones y los sometieron a una alimentación estándar. Como resultado, las plaquetas recuperaron su comportamiento normal, la coagulación se estabilizó y, lo más importante: disminuyó la aparición de metástasis pulmonares.

La posibilidad de mejorar la eficacia de los tratamientos antitumorales mediante simples cambios en la dieta abre nuevas vías para la oncología personalizada. Además, controlar la actividad de las plaquetas podría ayudar a prevenir recaídas y metástasis, especialmente en pacientes con un perfil de riesgo elevado.

Estudio completo

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Publicidad